Detenidos en Tucumán dos individuos que supuestamente preparaban un atentado contra el presidente argentino, Raúl Alfonsín
El presidente argentino, Alfonsín, participó en los actos oficiales en la ciudad de Tucumán, 1.500 kilómetros al norte de Buenos Aires, sin que se registraran incidentes en las manifestaciones populares convocadas para recibirlo. El jueves habían sido detenidos en la capital de la provincia dos ex miembros de los servicios de inteligencia, a los que se acusa de preparar un atentado contra Alfonsín.Uno de los detenidos era un cabo de la Policía Federal y el otro un ex integrante de las bandas represoras que se hacía pasar por oficial del Ejército, con el grado de mayor. En la semana previa a la anunciada visita de Raúl Alfonsín a Tucumán -donde participó en la reapertura de los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, cerrados por la dictadura hace cuatro años-, dos hombres encargaron en una imprenta, que habitualmente realiza trabajos para el Ejército, credenciales en blanco. Las tarjetas requeridas debían identificarse con el escudo nacional, el título de Ejército Argentino y al pie la palabra contrainteligencia.
La denuncia del dueño de la imprenta no fue atendida en principio por los jefes militares del destacamento de Inteligencia, en el Comando de la V Brigada de Infantería, y se le recomendó que la presentara ante la Policía Federal, que fue la que detuvo a los dos individuos cuando se presentaron a retirar el trabajo. El juez a cargo de la causa, René Padilla, impuso el secreto sobre el expediente y hasta ayer por la tarde no se habían descubierto las posibles conexiones de los detenidos que declararon que sólo querían esas credenciales para "estar más cerca del presidente".
La protección de Raúl Alfonsín fue reforzada y desde Buenos Aires se enviaron tropas de elite para que se encarguen del servicio de seguridad. La huelga de la policía provincial complicó aún más la situación.
Clima de tensión
La continua ola de amenazas, con bombas que nunca estallan y la sospecha de un atentado contra el presidente -lo que parece ser sólo un aviso, como la bomba que se encontró en el avión donde iba a viajar la viuda de Perón de regreso a Madrid- han generado, como era previsible, un indudable clima de tensión.Por estos días el país se apresta a resolver tres temas de importancia decisiva para la consolidación de la democracia.
Por un lado, lo que se llama la cuestión militar. La renovada energía del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas para iniciar por fin las causas contra las tres primeras juntas militares y detener a sus nueve integrantes, una tras otro, a medida que los cita a declarar, parece responder a un acuerdo ya negociado y que pasaría por la preomulgación de un proyecto de ley de amnistía que cubra a los oficiales en activo.
Por otro lado, el Gobierno ha firmado un borrador previo en el conflicto de límites con Chile en la zona del canal de Beagle, que se apresta ahora a someter a la opinión pública. La revelación de los detalles pactados ha despertado una fuerte reacción de la ultraderecha civil y militar, que ganó espacios en los medios de comunicación. El tema se ha planteado, por parte de esos sectores, como una "entrega del territorio nacional".
Además, el gabinete económico y social, integrado por los ministros de Economía, Trabajo y Acción Social, inicia esta semana con dirigentes empresariales y obreros los encuentros previos a la firma de una concertación social, que fijará las pautas del plan económico que se pondrá en marcha cuando a mediados de mes se firme el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Y por si acaso le faltaba algo a esta realidad, la Agencia de Información Católica (AICA) recoge declaraciones atribuidas a los obispos en el sentido de que el Gobierno "pone trabas" a la educación privada y que en los nuevos planes se intenta "introducir principios que no están de acuerdo con la tradición nacional".
La Iglesia se lamenta del "apoyo de algunos funcionarios oficiales a la pornografía" y de la situación general de la cultura, "copada por elementos marxistas de la izquierda".
