El gas soviético a España, "posibilidad real"
Los suministros de gas natural soviético a España, a través de la red francesa, son "una posibilidad real" que daría al, país una segunda vía de suministro gasístico "más segura y estable" que el transporte de gas licuado del, Norte de África. Ésta es la opinión del jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de la Industria de Gas de la URSS, Nikolai Belyi, con quien EL PAIS conversó sobre el gasoducto Urengoi-Uzhgorod, destinado al abastecimiento de gas siberiano a Europa occidental.Con una longitud de 4.500 kilómetros, el gasoducto siberiano constituye un motivo de orgullo en la URSS, ya que comenzó a funcionar, tal como estaba previsto, a principios de 1984, tras haber salido con éxito en su construcción del embargo tecnológico impuesto por el presidente norteamericano, Ronald Reagan.
Además de Austria, el cliente del gas soviético más antiguo de Europa occidental, la RFA, Francia e Italia han firmado contratos de compra de gas soviético, pese a las reticencias de EE UU ante el vínculo económico de sus aliados europeos con la URSS. Moscú cubre en la actualidad el 14% de las necesidades de gas de Europa occidental, compitiendo en este terreno con otros países suministradores como Holanda, Noruega y Argelia.
Según Nikolai Belyi, a España, al igual que sucede en Italia, RFA y Francia, le convendría tener "varias vías de suministro" de gas" y le sería relativamente fácil, si se decidiera a comprar gas soviético, conectar con la red de suministro francesa, que se encuentra próxima a la frontera.
Así quedaría conectada a la red europea, con lo cual participaría, según el funcionario soviético, en la "gran cooperación" que, "pese a los intentos de Estados Unidos" en sentido contrario, alcanza a los vecinos franceses e italianos. Por el precio no habría que preocuparse, ya que el gas soviético "no resultaría más caro que a otros socios comerciales a los cuales abastece la URSS".
La posibilidad de comprar gas soviético ya fue examinada por el Gobierno español en 1981, y congelada posteriormente. A la vista de los compromisos de España con Argelia en materia de suministros de gas, expertos económicos españoles descartan hoy, prácticamente, la posibilidad de que su país se convierta en un cliente a corto plazo del gas de origen siberiano.
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