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Alegría en Polonia por la amnistía decretada en el 40º aniversario socialista

Pilar Bonet

Los festejos oficiales públicos con participación de los dirigentes invitados del Pacto de Varsovia y la alegría contenida privada de los familiares, amigos y simpatizantes de los presos políticos amnistiados marcaron ayer, sin converger, el 40º aniversario de la creación del Estado socialista polaco.La jornada supuso una especie de tregua política entre el sábado, fecha en la que el Parlamento aprobó la ley de Amnistía que afecta más de seiscientos presos políticos y hasta a 35.000 personas más indultadas de penas derivadas de delitos comunes, y hoy, lunes, cuando los tribunales se pondrán en marcha para determinar quiénes son los que van a salir en libertad.

Los casos dudosos, como el de Bogdan Lis, se perfilan como fuente de futuras fricciones entre la autoridad y los sindicatos ilegalizados o la Iglesia católica. Mientras en Varsovia los huéspedes socialistas, entre ellos el jefe del Gobierno soviético, Nikolai Tijinov, depositaban coronas de flores ante la tumba del soldado desconocido y rendían homenaje al mausoleo del soldado soviético, desde Gdarisk, en la costa báltica, llegaban noticias sobre la liberación de Andrzej Gwiazda, de 49 años, vicepresidente de Solidaridad, quien salió a la calle el sábado por la noche con el fin de visitar a su esposa enferma.

En una edición especial, el órgano del partido comunista polaco, Trybuna Ludu publicaba ayer la ley de Amnistía y un editorial en el que se afirmaba que las fuerzas de oposición se están debilitando en tanto que "las ideas de acuerdo y cooperación entre todos los polacos se hacen cada vez más fuertes".

Aunque la acogida de la amnistía ha sido positiva tanto en ambientes de los suprimidos sindicatos como por parte de la Iglesia católica, algunos puntos de la ley suscitan preocupación, concretamente el que se refiere a la "reincidencia" y los riesgos que corren quienes salgan de la clandestinidad y se entreguen a los tribunales.

Por otra parte, para los que salgan de la clandestinidad existe la incertidumbre de que sean acusados de traición, sabotaje, espionaje o intento de derribar el sistema. Estos delitos sólo son amnistiados cuando no se hayan presentado cargos, pero no cuando existe ya una acusación formal o el sujeto está ya condenado. La amnistía liquida además de alguna forma los casos sometidos al Tribunal de Estado, organismo creado para determinar las responsabilidades políticas de los dirigentes de la década de los 70, oficialmente corresponsables en el caos que afectaba a Polonia el inicio de la década de los 80.

El Tribunal de Estado, que ahora limitará su acción a fechas posteriores al 21 de julio de este año, había examinado en el pasado la gestión del ex jefe del partido Edward Gierek, así como del antiguo primer ministro, Piotr Jaroszewicz.

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El programa de hoy del jefe del Gobierno soviético, Nikolai Tijonovo, incluye, según fuentes polacas, la visita a la acería más importante de la zona de Varsovia. Un acuerdo firmado en noviembre pasado entre la URSS y Polonia establece un aumento de las exportaciones de gas soviético a Polonia a cambio de suministros de carbón y acero entre otras cosas.

La URSS ha concedido a Polonia créditos para seguir desarrollando la producción de acero, estrechamente vinculada a los intereses económicos de la URSS.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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