Una inspección somera resuelve el conflicto del camión soviético que erraba por Europa

El misterio del camión soviético, de marca Mercedes y un peso de nueve toneladas, que durante las dos últimas semanas ha estado retenido en Suiza y en la República Federal de Alemania, concluyó ayer sin resultados espectaculares, tras la práctica de un registro somero del vehículo realizada por aduaneros alemanes en dependencias de la Embajada soviética en Bonn.

Tanto la URSS como la RFA se mostraron ayer satisfechas de esta solución, que implica concesiones mutuas, en la medida en que los soviéticos abrieron su camión -cediendo a las pretensiones alemanas-, pero lo hicieron en territorio propio y para que su contenido fuera inspeccionado de forma superficial."El camión semirremolque, matrícula KMA 0555, transporta 207 paquetes que llevan inscripciones en ruso", indicó el Gobierno de Bonn tras la inspección. "Según afirman las autoridades soviéticas", prosigue el comunicado, "los paquetes contienen material de emisión y de recepción de radio, material de codificación, aparatos electrónicos y materiales necesarios para la instalacion de una radio nueva en la representación soviética en Ginebra".

De la nota se deduce que las autoridades germano occidentales se han limitado a romper los precintos y a enumerar los bultos que contiene el camión, sin abrirlos, lo que implica un respeto escrupuloso de las posiciones de principio mantenidas por Bonn, desde que el conflicto se inició cuando el vehículo soviético fue detenido el pasado jueves por los aduaneros de la frontera de Helmstedt, que impidieron su paso a la República Democrática Alemana.

Los representantes de la URSS han mantenido en la RFA, que todo el material transportado debía ser considerado valija diplomática y que, al amparo de la Convención de Viena, no podía ser inspeccionado. Lo mismo argumentaron anteriormente en Suiza.

Fuentes de los servicios de seguridad germano occidentales difundieron el rumor de que el vehículo podía contener material de espionaje. Representantes soviéticos en Bonn consideraron, por su parte, que las motivaciones del incidente han sido exclusivamente políticas.

El vehículo, dotado de nuevos precintos, regresa hoy al Este -bajo escolta de la policía alemana, que le acompañará hasta la frontera de la RDA- sin haber cumplido su objetivo de transportar a Ginebra material de radio.