Cataluña: tensiones con Madrid

Pequeñas causas, grandes efectos: la puesta en marcha de la operación Banca Catalana, lanzada por el fiscal general del Reino contra Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, y contra 24 administradores de este organismo bancario ha provocado una tempestad política en Barcelona. La Banca Catalana, fundada en 1958 por la familia de Jordi Pujol, quebró en 1982. Su saneamiento ha costado muy caro a todos los contribuyentes españoles. Y nadie niega, tanto en Madrid como en Barcelona, que esta quiebra, junto con la de otros bancos españoles, plantea un grave problema de fondo.Pero la fecha escogida por las autoridades judiciales de Madrid -un mes después del triunfo alcanzado por Pujol y su partido, Convergencia i Unió, en las elecciones catalanas- y sobre todo el hecho de que el presidente de la Generalitat esté directamente implicado (a pesar de que, según parece, se le habían dado garantías a alto nivel y de que Pujol dejó la dirección de Banca Catalana hace mucho tiempo) han suscitado en Cataluña una ola de nacionalismo sin precedentes.

Nunca, desde el acceso de España a la democracia, las relaciones -difíciles, pero regulares entre Madrid y Barcelona han sido tan tensas. Y se pone nuevamente en cuestión toda la problemática del proceso de las autonomías. Los catalanes, y desde luego Pujol, acusan al Gobierno central de Madrid de buscar una revancha después de la derrota de los socialistas en las elecciones del 29 de abril en Cataluña.

En Barcelona parecen persuadidos de que el Gobierno socialista de Felipe González ha orquestado deliberadamente esta operación para desacreditar al presidente de la Generalitat y debilitar su capacidad de negociación sobre la difícil transferencia de poderes con Madrid. ( ... )