El historiador Malefakis analiza en Santander el renacimiento de Nueva York

El renacimiento de Nueva York -convertida, tras la larga crisis padecida en los años sesenta y setenta, en la capital financiera, informática y cultural del mundo-, el análisis histórico de ese fenómeno y el papel jugado por los diferentes grupos étnicos son algunos de los aspectos analizados en el seminario que, bajo la dirección del historiador y profesor de la Universidad de Columbia Edward Malefakis, se ha celebrado durante la pasada semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander. Malefakis manifestó su impresión de que la coexistencia de pobreza y cultura es posible en Nueva York.

Organizado como un experimento nuevo en las aulas de la UIMP, el seminario Nueva York, Nueva York: el renacimiento de una ciudad mundial, es el primero que desarrolla con carácter monográfico un tema relacionado con un país extranjero, con conferenciantes extranjeros e impartido por completo en inglés. Su director afirma que se trataba de "ampliar, dentro de la larga tradición de la Universidad Internacional Meriéndez Pelayo, el carácter imaginativo, multifacético y no elitista de una institución que se destaca por tratar de los temas más variados desde los más dispares puntos de vista".Alrededor de 70 alumnos han seguido en ese marco el desarrollo de la historia de la crisis que durante las décadas de los sesenta y los setenta afectó a la ciudad y su posterior renacimiento, al que se refirió uno de sus protagonistas más directos, Tras la protagonizada por alemanes e irlandeses en la mitad del siglo pasado, de las sucesivas oleadas migratorias, analizadas por el profesor de Historia Michael Weisser, hasta la más moderna, integrada por los hispanos, que desarrolló el ex congresista y ex concejal de la ciudad posible candidato a alcalde, Herman Badillo, la comunidad hispana es la que registra mayor crecimiento hasta llegar a ser en los próximos 10 años el grupo étnico más numeroso. Aunque sigue siendo la comunidad negra la que ocupa el último lugar en el nivel de consideración de los neoyorquinos, la característica ilegal de la emigración hispana, principalmente de la procedente de la República Dominicana y de Colombia, añade elementos de marginación para dicha comunidad. De ésta, sólo la de origen puertorriqueño -que, por antigüedad, ha conseguido una cierta mejora en sus condiciones de vida- y la cubana -que, por su especificidad, al estar formada en su mayor parte por miembros de las clases media y baja-alta huidos tras la revolución, se encuentra mejor asentada- son las excepciones a esa situación de marginación.

Nueva York, como centro mundial de la información y de la cultura, fueron aspectos desarrollados por Richard Poirier, editor, y Edward Said, profesor. Para Malefakis, la ciudad americana "no ha sido antes ni lo es ahora una creadora cultural profunda"; su función es más bien la de reflejar la actividad artística desarrollada por quienes allí se instalan y servir de caja de resonancia de esa actividad. El hecho de que sea la capital informativa del mundo y su papel determinante en la comercialización del arte hacen que hasta Nueva York lleguen artistas de todo el mundo.

Emigración "selectiva"

En esta emigración selectiva existen dos razones primordiales, en opinión del director del seminario: de un lado, una noble: el deseo de los artistas de relacionarse y poner en común experiencias; del otro, "una razón que es menos noble, y es que en Nueva York es donde se obtienen unos precios más altos por las obras artísticas". Esta situación podría variar sustancialmente, según Malefakis, si los conflictos sociales latentes en la ciudad se agudizan, porque la cultura depende de las condiciones económicas. Si el dinero huye, también lo hará la cultura, porque ambos son cobardes".Una de las características de Nueva York es su condición de heterogeneidad, la imposibilidad de separar y definir las zonas de pobreza y las residenciales. Incluso se producen cambios sustanciales, señalando Malefakis como ejemplo la isla de Manhattan, donde progresivamente han sido desplazados de sus barrios los habitantes pobres para instalarse una comunidad de artistas, representantes de la cultura y gente rica. A esta mezcla de razas étnicas y clases sociales contribuye la tradición de tolerancia de la ciudad, que el director del seminario clausurado en la UIMP este fin de semana considera uno de sus elementos más positivos.