Alcohol, aceite de oliva, azúcar y carne son los principales productos agrarios con excedentes almacenados

El valor sobre almacén de los excedentes de productos agrarios a comienzos de 1983 se estimaba en 117.000 millones de pesetas, mientras que el valor de mercado apenas superaba los 42.000 millones de pesetas. Las pérdidas imputables a dichos excedentes -que, en opinión del Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA), no tienen ningún valor desde el punto de vista de la regulación de mercados- se evaluaban en 75.000 millones de pesetas. El FORPPA consideró en ese momento empezar a realizar los excedentes, dado que generaba pérdidas crecientes de imposible recuperación.

Unos meses antes, a mediados de 1982, se intentó poner en marcha una operación a partir de la cual trataba de colocar una parte importante de los excedentes de aceite, alcohol vínico y carne congelada con hueso a cambio de la importación de carne deshuesada procedente de Brasil.Hasta marzo de 1983 no se decidió desechar por completo esta operación, dados los excedentes de carne existentes en España.

A mediados de diciembre de 1983 se adjudica provisionalmente un contrato de exportación de carne a Clergeau -a la que posteriormente se ejecuta el aval presentado-, que no se adjudica definitivamente porque la firma francesa, al no encontrar el comprador previsto, rehúsa hacerse cargo de dicha carne.

Llegados a este punto, en el que se van frustrando las operaciones que se comienzan, el Fando de Ordenación y Regulación de Producciones y Precios Agrarios decide revisar su política de excedentes, y para ello establece una serie de criterios que deben regir toda su política comercial.

Operativamente, el mencionado Fondo cuenta por fin con un asesor de comercio exterior, cuya plaza no había sido cubierta hasta entonces.

El FORPPA tratará, en todo caso, de realizar las operaciones en colaboración con la iniciativa privada, y por tanto, no se limitará a tratar de conseguir operaciones de Estado a Estado.

Habrá una cierta propensión a tratar con operadores nacionales, siempre y cuando tengan implantación en los mercados internacionales.

Uno de los objetivos marcados por el FORPPA para la realización dd los excedentes de alcohol es continuar las investigaciones en curso para la fabricación de alcohol deshidratado para su posterior mezcla con gasolina y, su ulterior utilización a través de Campsa.

Para ello se han adjudicado diversas partidas de alcohol. En el mercado internacional se han colocado, desde enero de 1983 hasta mayo de 1984, 152 millones de litros de alcohol, de los que se han exportado ya realmente 100 millones de litros.

El valor total de las operaciones realizadas hasta el momento se cifra en 7.000 millones de pesetas.

El mercado de alcohol

La concentración del mercado mundial del alcohol en pocos operadores, la reducción de precios iniciada por los brasileños y algunas otras maniobras de corte proteccionista parece que no permiten mantener una política de salida fuerte de excedentes de alcohol a los precios que se querrían mantener.

En el último año y medio se han vendido 25.000 toneladas de carne de vacuno correspondientes a las campañas anteriores, por un valor aproximado de 2.000 millones de pesetas.

Los problemas que han existido para la venta de esta carne se han centrado en la exigencia sanitaria de previa aprobación de los mataderos españoles para la venta de carne en los países desarrollados, la declaración de epidemia de fiebre aftosa en España y la inexistencia de posibilidades legales para el despiece y posterior recongelación.

El FORPPA considera ímprescindible para futuras ventas al exterior que existan mataderos capaces de realizar sacrificios de reses con rito islámico y que haya mataderos reconocidos como aptos para exportar a países desarrollados.

El aceite de oliva ha sido incluido este año dentro de los productos excedentarios susceptibles de venta inmediata como consecuencia de la existencia de una cosecha récord coincidente con la quiebra de la Unión Territorial de Cooperativas (Uteco) de Jáén y con las reticencias de los mercados internacionales al aceite español como consecuencia de los numerosos muertos por el síndrome tóxico.

Excedentes de aceite

Si no se vende oportunamente, al comienzo de la próxima campaña -el 1 de noviembre de este año- puede haber unos excedentes de 300.000 toneladas, cifra casi equivalente al consumo interior anual. Las previsiones de cosecha para la próxima campaña, que será buena también, hacen temer por una falta de capacidad para el almacenamiento y unos costes financieros que pueden evaluarse en torno a los 2.500 millones de pesetas por cada 100.000 toneladas almacenadas.

Por ello, se ha fijado como objetivo la venta de 100.000 toneladas de aceite de oliva.

Una de las fórmulas escogidas es lograr que los industriales con vocación exportadora -especialmente los conserveros de pescado- cambien el aceite de semilla que vienen utilizando por el de oliva.

En el terreno internacional se busca una fórmula que permita sustituir aceite de semilla por una mezcla de oliva y de semillas.

Al tiempo, se han reiniciado las exportaciones a Libia y se estudian operaciones con otros países árabes y africanos.