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Su 'cumbre'

Los dirigentes del bloque soviético de Moscú han celebrado esta semana su primera cumbre económica en 15 años. No necesitan reunirse más a menudo porque los rusos no quieren que se les recuerde su imperialismo económico, que se ve reflejado en este popular chiste: "Tres capitanes de barco están tomando unas copas en Varsovia. Uno de ellos cuenta que viene de entregar un cargamento de maquinaria en Cuba y que ha vuelto con plátanos. Otro se queja de que descargó coches en Vietnam y regresó con mangos. El tercero dice: '¿De qué os quejáis? Yo acabo de entregar un cargamento de plátanos y mangos en Moscú y volví en tren'".Es poco lo que Europa oriental puede hacer respecto de esta increíble manera de no hacer negocios. El Comecon existe para servir al imperio. Y esto se hace asegurando que los países ocupados de Europa oriental tengan economías tan de la edad, de piedra como la soviética, mientras que sigan produciendo algo que Moscú pueda ordeñar. El trueque, principal punto del orden del día en la cumbre, logra ambos objetivos. Los países del bloque comunista no comercian con moneda fuerte entre ellos, en realidad ni siquiera emplean el tipo de cambio del rublo favorable que la URSS suele utilizar cuando comercia con los países del Comecon. En cambio emplean el rublo transferible, que solamente existe sobre el papel. Todo el comercio se hace mediante trueque que se establece con cinco años de anticipación; no se da una eficacia condicionada por ideologías porque no hay un auténtico mercado. ( ... )

Nunca habrá libertad política sin libertad económica. Si Occidente quiere ayudar a los países de Europa oriental, debe insistir en unas relaciones comerciales basadas en las leyes del mercado. Esto significa que no se den más subsidios, y, lo que es más importante, que se reemplace el truque por el mecanismo de precios. Un rublo convertible, por ejemplo, obligaría a establecer una eficacia económica dentro del bloque soviético e incrementaría el libre comercio con el mundo exterior. (..)

, 15 de junio

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