_
_
_
_
_
ASTURIAS

Fallece la paciente que se quedó sin oxígeno cuando era operada de un oído en Langreo

Concepción Reyes Gallardo, la paciente que se quedó sin oxígeno mientras era sometida a una operación de oído en el hospital del Valle del Nalón (Langreo), falleció a última hora de la noche del miércoles, tras pasar siete días en coma barbitúrico. La versión oficial del Insalud, que ayer entregó el resultado de sus investigaciones sobre lo ocurrido al juez de Pola de Laviana, indica que el accidente que provocó la muerte de la enferma sobrevino por la obstrucción fortuita de un capilar del respirador de oxígeno, que había sido revisado hace menos de un mes.El marido de Concepción Reyes, de 48 años y madre de tres hijos, protagonizó a primeras horas de la mañana de ayer un incidente en el vestíbulo del hospital, que causó honda impresión en el centro. Visiblemente consternado, el esposo de Concepción Reyes comenzó a dar gritos de "asesinos, asesinos", mientras se dirigía a médicos y enfermeras. La familia de la fallecida anunció ayer que "pondrá el asunto en manos de un abogado". Mientras tanto, el juez de Pola de Laviana, a cuya jurisdicción pertenece el municipio de Langreo, y ante el que habían sido denunciados los hechos por la sección sindical de UGT en el hospital del Valle del Nalón, se personó ayer en el centro para instruir diligencias. Por su parte, el Colegio de Médicos de Asturias ha solicitado autorización al Insalud y a la Dirección Provincial del Ministerio de Sanidad para realizar una investigación.

El accidente que ha provocado la muerte de Concepción Reyes, natural de Córdoba y vecina del pueblecito langreano de Veneros, se produjo el pasado 6 de junio, cuando estaba siendo intervenida de una estapedectomía en un oído. El anestesista que la atendía, que a juicio del Insalud actuó correctamente ante la emergencia, comprobó que la aguja que indica el paso de oxígeno no marcaba y que la enferma presentaba síntomas de asfixia. Inmediatamente se procedió al traslado de la paciente a la unidad de vigilancia intensiva (UVI) del hospital, donde permaneció ingresada hasta su fallecimiento. Durante todo este tiempo estuvo en coma barbitúrico, estado que se provoca artificialmente mediante fármacos para evitar lesiones cerebrales e intentar una posterior recuperación.

De las investigaciones llevadas a cabo por los servicios técnicos del Insalud se deduce que el respirador funcionaba bien antes y después de producirse la avería. No obstante, el Sindicato Profesional de Médicos de Asturias (Simpa), integrado en la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), había denunciado unos días antes del accidente el mal estado de los respiradores, que calificaban de obsoletos. El Simpa fue también el primer colectivo que denunció públicamente en la prensa asturiana lo ocurrido, mientras que la UGT hizo lo mismo ante el juzgado de Pola de Laviana. En opinión del director provincial del Insalud, Francisco Ortega, "el Simpa ha querido manipular el accidente con la clara intención de politizar el asunto, pues, en el fondo, a lo que se opone este colectivo es a la reforma hospitalaria que estamos realizando en Asturias".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_