Reticencias de los banqueros españoles ante el plan de ajuste que les explico Raúl Alfonsín

El presidente de la República Argentina, Raúl Alfonsín, mantuvo ayer un desayuno de trabajo con los presidentes de los principales bancos españoles y los presidentes del INI, de las patronales CEOE y CEIM y de la Asociación Española de Banca Privada (AEB). Raúl Alfonsín explicó a los asistentes, las características del plan de ajuste que se propone realizar, mientras que los representantes de la banca española señalaron claramente que "un programa de ajuste al margen del Fondo Monetario Internacional (FMI) hace desconfiar a la banca internacional".

Raúl Alfonsín, al que acompañaba Mario Brodersohn, presidente del Banco Nacional de Desarrollo de Argentina, explicó que tiene un compromiso con los trabajadores de su país de defensa del poder adquisitivo, y que por ello los salarios se incrementarán en un 6%. El presidente Alfonsín señaló que la situación de Argentina no debe ser equiparada a la del resto de países latinoamericanos, porque el plan de ajuste viene realizándose desde hace cuatro años, mientras que el resto de las naciones apenas si llevan un año en él.El hecho de que las cuentas exteriores de Argentina presenten saldos positivos, excluyendo los derivados del pago de su deuda externa, constituye otra característica diferenciadora de este país, en opinión de Alfonsín.

Los banqueros españoles señalaron por su parte al presidente argentino la conveniencia de que su ministro de Economía viaje a Washington para entrevistarse con Jacques Laroisiere -presidente del Fondo Monetario Internacional- y continúe las negociaciones tanto desde la posición argentina como la expresada por el FMI.

La advertencia de la banca española, que en cualquier caso tiene una parte pequeña de la deuda externa argentina, es la contestación al intento de Argentina de renegociar la parte de su deuda externa con garantía pública -la concedida por estados y la asegurada por entidades oficiales- en el club de París, sin que se haya llegado a un acuerdo previo con el Fondo Monetario.

Hasta ahora las renegociaciones de las deudas externas han seguido un camino único que empezaba por alcanzar un acuerdo con el FMI para el saneamiento del sector exterior de la economía, acompañado normalmente por un programa de reducción del déficit público existente.

El segundo paso era la renegociación de la deuda con garantía pública en el marco del club de París, ampliando los plazos de amortización y retocando algo los tipos de interés. Por último, la banca privada internacional entraba a renegociar su parte de deuda pendiente.

Línea de crédito

Al término del desayuno de trabajo el presidente del Banco Exterior de España, Francisco Fernández Ordóñez, y el del Banco Nacional de Desarrollo argentino, Mario Brodersohn, se reunieron para discutir el estado actual de la línea de crédito de 300 millones de dólares (unos 45.000 millones de pesetas) instrumentada entre las dos instituciones en 1979 para la financiación de exportaciones españolas a Argentina, y para establecer las líneas generales a aplicar en la utilización del sobrante de dicha línea.Hasta ahora se han utilizado 195 millones de dólares (unos 30.000 millones de pesetas) de esa línea de crédito, cuyo pagos y vencimientos presentan diversos problemas dentro de todo el marco de renegociación de la deuda externa argentina, y quedan por tanto 105 millones de dólares pendientes (unos 15.000 millones de pesetas), que son los que se tratan de potenciar. En cualquier caso, la economía argentina tiene en estos momentos escasas probabilidades de utilizar este sobrante de la línea de crédito, dada la contracción de sus importaciones para ajustar más la situación.

Ello no significa, señalaban ayer fuentes de ambas entidades de crédito, que no se vaya a utilizar ese equivalente a algo más de 15.000 millones de pesetas en operaciones de financiación de exportaciones españolas hacia Argentina.