Una llamada telefónica de la esposa de Sajarov hace temer por la vida del disidente soviético
Los rumores sobre la muerte del premio Nobel de la Paz y disidente soviético Andrei Sajarov, que está en huelga de hambre desde el día 2 de mayo, se acrecentaron ayer tras una llamada de la esposa del físico, Elena Bonner, a Florencia para hablar con una escritora italiana amiga.Exiliados soviéticos en Estados Unidos estaban ayer tratando de comprobar el contenido, no muy claro, de la llamada de Elena Bonner a la escritora y traductora italiana Giovanna Giubelli, que reside en Florencia.
"Él ya no está con nosotros. Ayudadme", dijo la esposa de Sajarov con voz emocionada a su amiga, sin precisar si su marido murió ya, fue trasladado a un hospital o si simplemente ha desaparecido.
Sajarov, que nació en Moscú el 21 de mayo de 1921 y se doctoró en Física, fue nombrado socio numerario de la Academia Soviética de Ciencias a los 32 años.
Aclamado como el padre de la bomba soviética de hidrógeno, se vio colmado de honores y recompensas, recibiendo numerosas condecoraciones.
En 1975, a Andrei Sajarov le fue concedido el Premio Nobel de la Paz y unos meses después, en abril de 1976, fue detenido junto a su esposa, tras ser acusados ambos de haber cometido "un desgraciado acto de gamberrismo" durante el juicio contra un disidente soviético.