Nueva condena de la ONU a Suráfrica
El Consejo de las Naciones Unidas para Namibia exige la independencia del territorio
ENVIADO ESPECIALEl Consejo de las Naciones Unidas para Namibia (CNUN), reunido la semana pasada en Bangkok, rechazó rotundamente la pretensión del Gobierno surafricano de vincular la independencia del territorio con la retirada de las tropas cubanas de Angola, y condenó la política racista del régimen de Pieter Botha y la colaboración con él de Estados Unidos e Israel.
Creado por la Asamblea General de la ONU en 1967, el CNUN es la única autoridad legal para administrar el territorio de África del Suroeste (Namibia), aunque la negativa de Pretoria a aceptar las resoluciones 385 (1976) y 435 (1978) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha impedido la independencia de la antigua colonia alemana que, desde el fin de la primera guerra mundial, administra Suráfrica. El CNUN está formado por 31 países y celebró del 21 al 25 de mayo una sesión extraordinaria en la capital de Tailandia.
El presidente del Consejo, Paul Lusaka, de Zambia, recordó que esta reunión tenía lugar 18 años después de que la ONU revocara a Suráfrica el mandato de la antigua Sociedad de Naciones para la administración del territorio, 13 años después de que el Tribunal Internacional de Justicia declarara ilegal la ocupación surafricana de Namibia, ocho años después de que el Consejo de Seguridad pidiera la celebración de elecciones libres bajo la supervisión directa de la ONU y seis años después de que la organización internacional hiciera público su plan para la solución del problema de Namibia.
Varios de los participantes en la sesión extraordinaria subrayaron que la impunidad con que Pretoria ignora las resoluciones de la ONU y el dictamen del Tribunal de La Haya ponen en peligro la credibilidad de la organización. Durante la reunión se examinó la situación política, económica y militar del territorio y se estudiaron medidas para presionar sobre Suráfrica.
El CNUN reconoce a la Organización Popular del África del Suroeste (SWAPO) como el único y auténtico representante del pueblo de Namibia. En la declaración de Bangkok se pide a la comunidad, internacional que preste "asistencia política, moral, material, financiera y militar a la lucha de la SWAPO para liberar al pueblo de Namibia del yugo colonial".
Derecho de autodefensa
Este inusual respaldo de la ONU a una organización guerrillera está basado en que la ocupación ilegal de Namibia por Suráfrica constituye una agresión, según la resolución 3341 (1974) de la Asamblea General y, por tanto, los habitantes del territorio ejercen su legítimo derecho de autodefensa "por todos los medios disponibles, incluida la lucha armada, para repeler la agresión surafricana y alcanzar su libertad e independencia nacional".El CNUN, en su intento de despertar la conciencia internacional sobre el problema de este territorio, rico en minerales, con una extensión de 825.000 kilómetros cuadrados donde viven un millón y medio de personas, ha celebrado anteriormente sesiones extraordinarias en África y América Latina.
En la declaración de Bangkok, el CNUN condena "los persistentes intentos de Estados Unidos y del régimen surafricano para establecer un paralelismo o vinculación entre la independencia de Namibia y otros temas extraños e irrelevantes, particularmente la retirada de las fuerzas cubanas de Angola".
Esta exigencia de Pretoria se considera una "grave interferencia en los asuntos internos de Angola", y es calificada de "inaceptable y repugnante para la comunidad internacional". Además, el CNUN condena el expolio de los recursos minerales de Namibia y pide que los presos políticos reciban la condición de prisioneros de guerra, según lo dispuesto en la Convención de Ginebra de 1949.
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