Un principio de distensión
Los dos acuerdos firmados hace unos meses por el Gobierno de Suráfrica con los de Mozambique y Angola supusieron un importante avance hacia la distensión en el cono sur africano, condición imprescindible para la futura independencia de Namibia.Gracias a la mediación norteamericana, Angola y África del Sur firmaron el pasado 16 de febrero un acuerdo de alto el fuego en la frontera de Namibia. Se creó una comisión de vigilancia conjunta y los surafricanos no incluyeron en las conversaciones de Lusaka (Zambia) su exigencia de la retirada de las tropas cubanas de Angola.
Un mes después, el primer ministro de Suráfrica, Pieter Botha, y el presidente de Mozambique, Samora Machel, firmaban solenmemente en la frontera entre los dos países, a orillas del río Nkomati, un pacto de no agresión en el que, entre otras cosas, se comprometían a "no permitir que los respectivos territorios sean usados como bases para actividades militares de otros Gobiernos ni por organizaciones que planeen cometer actos de violencia, terrorismo o agresión contra la integridad territorial o independencia política de cualquiera de los dos países".
Los dos pactos, y especialmente el segundo, parecen funcionar bien hasta el momento, lo que ha disminuido considerablemente la tensión en la zona, aunque queden sin resolverse las cuestiones de fondo: apartheid e independencia de Namibia.
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