Asesinado a tiros en México un periodista de 'Excelsior'
El periodista mexicano Manuel Buendía, de 59 años, que escribía en el diario Excelsior una columna diaria titulada Red privada, fue asesinado el miércoles, hacia las 18.30 horas, de cinco tiros disparados a quemarropa por la espalda. En compañía de su ayudante acababa de abandonar el despacho privado que tenía en un céntrico barrio de la capital, conocido como Zona Rosa.Buendía, que llevaba siempre una pistola al cinto, solía decir a sus amigos que "para matarme tendrán que hacerlo por la espalda, porque si me atacan de frente me llevaré a varios". Éste fue el método empleado por el agresor. Testigos oculares han declarado que el asesino llevaba un corte de pelo estilo militar. El periodista tenía fama de buen tirador y realizaba prácticas periódicas de tiro.
"Las balas que lo abatieron", dice un editorial publicado ayer por su diario, "estaban dirigidas no contra un hombre, sino contra la libertad de expresión, brillantemente utilizada y honrada por él". El director de la publicación, Regino Díaz Redondo, reflexiona por su parte si el asesinato de este hombre "probo, distinguido e incorruptible profesional, que ejerció el periodismo más limpio de este país", no supone haber llegado a un punto en que "los intereses o fanatismos de los desdichados se antepongan a la vida humana".
La CIA y sus oscuros manejos en México fue siempre uno de los temas predilectos de este periodista que practicó siempre un nacionalismo militante claramente enfrentado a las tentaciones imperiales de EE UU. Sus polémicos artículos en esta materia los recogió en un libro.
Sus enemigos le acusaron repetidas veces de ser una pluma a sueldo, que empleaba para satisfacer las ambiciones políticas de algunos y hundir a otros. Excelsior sale en su defensa diciendo que "trabajaba en casa de cristal". La investigación encargada por el presidente Miguel de la Madrid tiene, opina el periódico, en la propia columna un amplio catálogo de individuos y corporaciones "a quienes puso justificadamente en el banquillo de los acusados". "La investigación de la justicia", prosigue el editorial, "encontraría entre éstos quizá a los presuntos autores del crimen cobarde e infame". Una fuente de la secretaría de Gobernación considera, sin embargo, que a Buendía no lo mataron por lo que había escrito, sino por algún tema que estaba investigando.
Defensor del régimen mexicano, dedicó muchas de sus columnas a denunciar la corrupción interna, convirtiendo al aparato administrativo del ex presidente López Portillo en uno de sus blancos preferidos durante los últimos tiempos. Tampoco ocultó críticas al actual Gobierno, principalmente por su política económica, que a su juicio está causando una mayor pobreza en los sectores más deprimidos del país.
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