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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Inconsistencia

El chalet de madame Renard es una de las obras de la serie baja de Miguel Mihura. Como si la hubiera escrito bajo la influencia de sus propios tópicos. El cuarto de siglo transcurrido la empobrece, aunque queden siempre el perfume de la ternura y algunas buenas frases.Es una historia característica: tres pillos del género simpático -dos hombres y una mujer-, encontrados para engañarse mutuamente, que terminan encariñándose y prefiriendo formar una extraña familia marginal, aun a costa de renunciar a la riqueza: triunfa su propia ética diferente. Además de la destrucción del tiempo -estamos ahora en otro mundo-, la inconsistencia dramática -un primer acto vacío, un segundo acto con escenas de relleno, intento de alargar el mero cuentecillo- impido el vuelo de la ilusión premeditada.

El chalet de madame Renard, de Miguel Mihura (1960)

Intérpretes: Ana Mariscal, Carlos Muñoz, Manolo Andrés, Cannen Robles, Etelvina Amat, Manolo Calvo, José María Donaire. Decorado de Javier Artiñano. Dirección: Ana Mariscal. .Reposición, teatro de la Comedia, Madrid, 24 de mayo.

El trío está interpretado por Ana Mariscal, Carlos Muñoz y Manolo Andrés: su oficio es bueno; su capacidad para crear el encanto resulta menor. La dirección de Ana Mariscal y el decorado de Javier Artiñano no sacan del crudo realismo lo que quizá necesitara algún juego mayor de misterio, para salvar lo que el autor quiso, y no logró, manifestar.

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