El Gobierno autónomo canario concede por vez primera galardones de artes y ciencia

Los Premios Canarias, instituidos este año por la comunidad autónoma del archipiélago, rendirán homenaje en vida esta semana a personas e instituciones destacadas de la cultura insular. Se trata del máximo honor que podrán recibir a partir de ahora, anualmente, con motivo del Día de Canarias (30 de mayo), escritores, artistas, intérpretes, historiadores y científicos como reconocimiento a su trayectoria.

Hoy se fallarán los premios de Literatura y Bellas Artes e Interpretación, mañana se darán a conocer los de Investigación Científica y Social. Cada galardón, dotado con dos millones de pesetas, cuenta con un jurado numeroso, y para su fallo se sigue el mismo procedimiento que en los Premios Príncipe de Asturias. Los nombres de los candidatos con más posibilidades son: Domingo Pérez Minik, escritor; Antonio González González, científico; Alfredo Kraus, tenor, y dos artistas plásticos, Martín Chirino y Felo Monzón.Si bien las islas dan muestras de vivir un estado cultural saludable -con grandes acontecimientos artísticos en sus principales teatros, convocatorias de premios literarios y de investigación, exposiciones de arte que sobresalen en cantidad y calidad, aparición de libros que reflejan una indudable vitalidad editorial y un verdadero aluvión de actos en ocasiones-, diríase, sin embargo, que estos buenos síntomas no pueden ocultar una deficiente infraestructura y la falta de una política de coordinación. Tenerife, por ejemplo, celebra este mes el centenario de la muerte de Teobaldo Power, padre de la música canaria, y no ha habido forma de que las distintas instituciones se pusieran de acuerdo para ofrecer un programa conmemorativo conjunto. Por otra parte, estos últimos cinco años han vestido de luto repetidas veces la vida cultural del archipiélago, con la desaparición de algunos de sus mejores intelectuales (Millares Carló, Pedro García Cabrera y Eduardo Westerdahl, entre otros).

En las islas está pendiente aún el debate sobre sus señas de identidad cultural. El Gobierno autónomo ha prometido la organización de un congreso de la cultura canaria, pero en este primer año de autonomía tal proyecto no ha sido posible, quizá frustrado en su origen por ideas enfrentadas sobre lo universal, lo europeo, lo popular, etcétera. El consejero de Cultura, Alfredo Herrera, reconoció que han surgido dificultades que atrasan el congreso.

Uno de los primeros resultados favorables de la gestión cultural ha sido el plan de actividades conjunto afrontado por el Gobierno canario, los cabildos, las cajas de ahorro y los ayuntamientos de las dos capitales canarias, que ha permitido compartir gastos para la contratación de grandes espectáculos. Estos organismos han colaborado en una iniciativa de la Caja General de Ahorros de Canarias: los festivales de primavera, y el presidente de la comunidad autónoma, el socialista Jerónimo Saavedra, amante de la música, estudia la edición de un nuevo festival a nivel europeo. El mismo plan cultural se ha extendido ahora a los pueblos, al tiempo que el Ayuntamiento de Santa Cruz ha abierto el parque cultural Viera y Clavijo, un complejo modélico, cuya creación parte de experiencias similares contempladas en Europa.

La actividad editorial en las islas no ha sido nunca despreciable, pero en los últimos años se ha asistido a un auténtico auge de publicaciones que no ha tenido nada que ver con la anterior explosión dela narrativa. El centro de la cultura popular canaria, la Casa de Colón; diversas editoriales privadas; ayuntamientos como el de La Laguna (Tenerife); las cajas de ahorro y los cabildos, así como la propia universidad, son cauce abierto de una constante difusión editorial. Los escritores se han visto alentados por premios como el Prensa Canaria o el Benito Pérez Armas, que este año tiene carácter nacional. Incluso una revista de crítica y pensamiento como Liminar ha logrado permanecer durante cinco años.