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Amenazas ultraderechistas contra teatros de Buenos Aires

La última presentación en el teatro municipal General San Martín, de Buenos Aires, del actor italiano Dario Fo con su obra Mistero bufo, de la que es autor, intérprete y director, terminó nuevamente en un escándalo. Una banda de ultras católicos se enfrentó a la guardia policial dispuesta frente al teatro en la tradicional avenida Corrientes, en pleno centro de la ciudad, y arrojó piedras contra el frente del edificio, destrozando los cristales de las puertas y los enormes ventanales del primer piso.Las consignas de los ultras recordaban al comisario Villar, ex jefe de la Policía Federal, que fuera asesinado hace unos diez años en un atentado terrorista de los Montoneros. Antes de que in tervinieran las fuerzas de seguri dad, los ultras las saludaron con un coro que decía: "Policía Federal, un orgullo nacional". El público reunido en la puerta del teatro, entre los que se encontraban algunos militantes radicales peronistas, reaccionó con vivas a la democracia y respondió a las amenazas con insultos. El cordón de la guardia de infantería que se había apostado en la calle sólo intervino cuando se iniciaron las carreras y varios grupos se intercambiaban jolpes y patadas. Los ocho detenidos, todos menores de 30 años, fueron liberados más tarde.

Los ultras se retiraron provocando a los transeúntes, mientras repetían consignas contra el Gobierno radical: "Le llega el fin a la patota de, Alfonsín", y manifestaban su amor al Papa: "Juan Pablo II, te quiere todo el mundo". Por su parte, todo el personal artístico y administrativo del teatro repudió el atentado y reiteró su "apoyo y solidaridad con la dirección del centro municipal y con Dario Fo".

Desde el día del estreno, cuando una granada de gases lacrimógenos estalló en medio de la sala en plena función, la obra de Dario Fo, fue cuestionada por todos los medios vinculados a la Iglesia. Los grupos católicos presentaron una nota de protesta ante el Gobierno, y Kive Staiff, director del teatro, que aceptó presentarse en un programa de televisión del canal oficial, tuvo que soportar las preguntas de Rubén Corvacho, conocido periodista argentino, quien sin haber visto la obra de Dario Fo ni la que presentó su esposa, Franca Rame, le insistía con tono histérico y policial: "¿Por qué utilizó el dinero de los contribuyentes para auspiciar un espectáculo que promociona el aborto?".

El ministro del Interior, Antonio Troccoli, fue portavoz de la reacción oficial y atribuyó los hechos a la "intemperancia religiosa". El ministro dijo además que no debía sospecharse de la demora en la intervención policial. "No es cierto que hayan evitado reprimir a los grupos ultracatólicos que provocaron el incidente. Actuaron con la debida prudencia. Lo que sucedió es que sus efectivos fueron escasos".

El martes pasado, la cooperativa de actores que se prepara para estrenar hoy en el teatro El Vitral, de Buenos Aires, la obra Juegos a la hora de la siesta, de la que es autora Roma Mahieu, esposa del crítico Agustín Mahieu, ambos exiliados en España, denunciaron las amenazas recibidas por un comando ultraderechista llamado Sol y Patria. Según el testimonio de los actores Carlos Viñero, Gustavo Bolpin y, Omar Gómez, desde la semana pasada empezaron a recibir llamadas telefónicas en las que le advierten que, en caso de estrenar esa obra, corren "graves riesgos". La comisaria policial donde fue presentada la denuncia les dijo que no podrían ofrecerles una adecuada protección "por carecer del personal necesario".

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