_
_
_
_
_
LOS REYES DE ESPAÑA, EN LA UNIÓN SOVIÉTICA

Morán intercede ante Gromiko por tres nacidos en España que desean abandonar la URSS

Las posibilidades de repatriación del asturiano Adolfo González Martínez, que ocupó un alto puesto gubernamental en la URSS, son escasas, pese a la gestión realizada en Moscú por el ministro de Asuntos Exteriores español, Fernando Morán, que acompaña a los Reyes de España en su viaje por la Unión Soviética. En la entrevista mantenida ayer con su colega soviético, Andrei Gromiko, Fernando Morán intercedió por tres españoles de origen a quienes las autoridades soviéticas han negado repetidamente la autorización para abandonar la URSS y emigrar a España.En dos de estos casos, las perspectivas de solución son optimistas, pero no así en el de Adolfo González Martínez, según informaron a este periódico fuentes españolas. Adolfo González Martínez, de 55 años, trabajó durante largo tiempo en el Ministerio de Petróleo y Petroquímica de la Unión Soviética, donde fue titular de la Dirección Técnica del Petróleo hasta 1969 (cargo equivalente al de viceministro) y posteriormente ejerció el cargo de primer vicedirector del Instituto de Investigaciones Petroleras de la URSS, hasta 1979.

Más información
El Rey se interesó ante Chernenko sobre las posibilidades de que Samaranch medie en el conflicto de los Juegos Olímpicos
El discurso de don Juan Carlos, recogido íntegramente por la Prensa soviética de ayer
La hoz y el martillo en el Bolshoi

Pese a las perspectivas desfavorables, las autoridades españolas, señalaron las fuentes antes citadas, seguirán insistiendo para lograr la repatriación del asturiano Adolfo González, Fito, quien se encontraba ayer presente en la recepción que los Reyes dieron a la colonia española en la URSS, de la cual son parte el millar y medio de niños de la guerra, llevados desde España a este país durante la guerra civil española de 1936-1939.

Rey o presidente

Poco antes de estrechar efusivamente la mano del Rey, Antonio Cano, jefe de escuadrilla de cazas en el frente del Ebro y actual presidente de los aviadores de la República residentes en Moscú, dijo: "Me da igual que sea Rey que si fuera presidente de la República. De lo que se trata es de que haya en España un Estado constitucional y trabajo".

Una España "en paz que acoja a todos sus hijos", independientemente de sus "opciones ideológicas" y una España "que ninguno vuelva a sentirse obligado a abandonarla" fue el deseo expresado por el Rey en una corta alocución que dirigió a los reunidos, arremolinados alrededor de los Monarcas en un repetido y apretujado trayecto de ida y vuelta por la amplia sala de la recepción.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tras destacar que el pueblo soviético ha permitido a estos españoles que conserven sus características nacionales de origen, el Rey mostró su seguridad en que los españoles de la URSS no olvidarán a sus abuelos ni a sus padres. Asimismo, reconoció la especial situación que viven estas personas, entre los dos países, y dijo que a "España corresponde hacer todos los esfuerzos necesarios para que esos problemas se solucionen con espíritu amplio y generoso".

Los comentarios sobre el aspecto de la Reina -vestida con un elegante traje negro adornado de forma asimétrica en su parte superior con estrellas plateadas- se mezclaban allí con los saludos a don Juan Carlos, las entregas de flores y las explicaciones a los Monarcas sobre la situación en que se encuentran los antiguos exiliados republicanos y "niños de la guerra" en la URSS.

"¿No ha venido tu padre?", preguntaba uno de los invitados a una joven que se expresaba en castellano con ligero acento ruso. "No, ha preferido quedarse en casa", respondió la joven. "Pues ha hecho mal", concluyó su interlocutor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_