La Academia elige hoy entre Areilza, Castillo-Puche y Jesús Fernández Santos

Tres escritores españoles, José María de Areilza, José Luis Castillo-Puche y Jesús Fernández Santos, son los candidatos a ocupar un sillón de nueva creación de la Real Academia Española de la Lengua, cuyos miembros se reúnen esta tarde. Castillo-Puche y Fernández Santos, ambos novelistas, compitieron ya por un sillón, conjuntamente con Juan Benet, pero la votación resultó en empate. Areilza, articulista y autor de dos libros de memorias, acude por primera vez a la consideración de los académicos.

A José María de Areilza, que nació hace 74 años en Portugalete (Vizcaya), le han presentado los lingüistas Antonio Tovar y Fernando Lázaro Carreter y el dramaturgo Joaquín Calvo Sotelo. Él cree que le apadrinan "porque he desarrollado una intensa vida pública dentro y fuera de España y porque he ejercido con decoro la función de escribir". Autor de unos 5.000 artículos, según su propia estimación, Areilza ha publicado también el libro Cuadernos de la transición, memoria de su participación como ministro de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de la Monarquía, y acaba de publicar en Planeta sus Memorias exteriores, un recuento de su larga actividad como diplomático. El ex presidente de la Asamblea del Consejo de Europa estima que son probables algunos votos para su candidatura, pero él, al igual que sus contendientes en esta lucha académica, considera que "puede pasar de todo".En cuanto a la contribución que Areilza cree que puede hacer a la vida de la lengua castellana, el candidato a académico piensa que su contribución "puede servir para impulsar el castellano como lengua de cultura en el futuro de Europa". En el marco de ese reto al que se enfrenta la lengua castellana, el diplomático sitúa el desafío tecnológico, que produce la necesidad de invención de un nuevo lenguaje, y la relación con las restantes culturas ibéricas, "a las que la Academia es muy sensible".

Castillo-Puche, de Yecla (Murcia), es un novelista de 65 años, autor de obras como La muerte al hombro (1954) y dé la trilogía formada por las obras El libro de las visiones y apariciones (1977), El amargo sabor de la retama (1979) y Conocerás el poso de la nada (1982). Ganó en 1982 el premio nacional de Novela, que figura entre otros galardones que le han correspondido a lo largo de su carrera. Le han presentado como candidato, en esta segunda ocasión en que opta a un puesto académico, el novelista Gonzalo Torrente Ballester, la poetisa Carmen Conde y el lingüista Emilio Lorenzo.

Cree Castillo-Puche que Torrente le ha propuesto porque es consciente de la lucha que el candidato ha hecho por la narración "y por el testimonio de diversa índole que he ido dejando. Esta defensa no es nueva, porque él siempre ha valorado y entendido mi vocación de creador, mi dedicación plural y actual a un mundo en conflicto". En cuanto al madrinazgo de Carmen Conde, el novelista recuerda el paisanaje que le une con la poetisa. "Ella sabe que mi tierra es de un gran abolengo literario, y en mi obra ha descubierto la luz, un colorido especial. Ella me ha visto desde las raíces de la palabra". Para proseguir con su recorrido por los créditos que su obra merecen a los padrinos, Castillo-Puche dice que Emilio Lorenzo habrá valorado Ia originalidad del estilo, la fuerza biológica y artística de la creación". Destaca que sobre la mesa de la Academia está estos días un libro de un profesor canadiense, publicado por Gredos, sobre El español de Castillo-Puche. "En ese volumen, prologado por Manuel Seco, se registra mi contribución al castellano".

Jesús Fernández Santos, madrileño de 57 años, premio Fastenrath de la Real Academia de la Lengua por su obra La que no tiene nombre (1977) y ganador de cuantos premios nacionales se otorgan en España, ha tenido también un padrinazgo diverso en cuanto a géneros literarios. Le llevan en esta segunda comparecencia suya como candidato a académico el novelista Miguel Delibes, el poeta y profesor Carlos Bousoño y el filólogo Manuel Seco. Parco en palabras habladas y pródigo en las escritas -ha publicado ya veinte libros de creación-, el autor de Los jinetes del alba (1984), Extramuros (1978), Cabrera (1981) y Jaque a la reina (1982, premio Planeta), cree que le pueden haber propuesto "porque tengo toda esa obra publicada y esos libros suponen un conocimiento del castellano". Por otra parte, Fernández Santos, que ha cultivado también el cine y la televisión -acaba de ganar el premio del festival de Montecarlo por un documental suyo sobre Goya-, estima que su dedicación a tales medios también puede haber sido una razón para la candidatura.

A la puerta de la elección de hoy, Fernández Santos recuerda una anécdota: "Estaba yo un día en la Academia consultando el fichero, y descubrí que allí estaban todos mis libros. ¿Si están mis libros porque no voy a estar yo?, me dije".