Tuñón de Lara rescata los cursos españoles de Pau y los dirige en Segovia

Durante los días 26 y 27 se han celebrado en el colegio universitario de Segovia seis sesiones de trabajo sobre La España de la Restauración, dirigidos por Manuel Tuñón de Lara y organizados por la Universidad Internacional Menéndez Peláyo, respondiendo a una iniciativa del Ayuntamiento de Segovia. Se ha pretendido con ello dar continuidad a la labor que se realizó por un numeroso grupo de historiadores españoles, durante los años setenta en la universidad francesa de Pau, convocados por Tuñón de Lara, entonces profesor de dicha universidad.Según el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santiago Roldán, con la recuperación de estas convocatorias anuales de estudiosos investigadores de la historia española contemporánea se aspira a prolongar el mismo carácter interdisciplinar y plural que tuvieron durante la etapa de Pau.

De las sesiones de trabajo, una estuvo dedicada a los aspectos políticos y constitucionales, actuando como ponente Miguel Artola, que expuso las claves del sistema político de la restauración canovista y los factores de su crisis. Otras dos sesiones estuvieron dedicadas a los problemas económicos, con particular atención a la cuestión agraria finisecular, que suscitó una discusión entre los especialistas asistentes. Gabriel Tortella y Antonio M. Bernal fueron los ponentes, presentándose hasta ocho comunicaciones sobre el tema. A los aspectos culturales y de pensamiento se dedicaron otras dos sesiones, a partir de las exposiciones de los profesores Mainer y López Cordón. En la sesión de clausura, por último, presentó una ponencia Francisco Tomás y Valiente, catedrático de Historia del Derecho y magistrado del Tribunal Constitucional, sobre los supuestos ideológicos del Código civil.

"Abierto, cordial y riguroso"

Se aprovechó también este primer coloquio de Segovia para presentar la obra España 1898-1936: Estructuras y cambio, que recoge, coordinados por el profesor García Delgado, los 20 trabajos que se expusieron hace ahora un año en la Universidad Complutense, en una convocatoria del propio Tufién de Lara que ha servido de punto de enlace entre la etapa de Pau y la que ahora se ha iniciado en Segovia con ánimo de institucionalizar este foro "abierto, cordial y riguroso" sobre la España contemporánea, que son, por otra parte, antesala de los seminarios que durante el próximo verano organizará la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Segovia.

Según Tuñán de Lara, el coloquio ha sido maratoniano, con grandes debates, sirviendo para unir los lazos de todos "porque en esta simpática ciudad de Segovia se ha vuelto a encontrar un poco el espíritu de Pau".

Tuñón que de este coloquio se pueden obtener una serie de bloques de ideas y de hechos históricos "que nos van a servir para seguir trabajando y publicar el próximo otoño un libro con todas las conclusiones".

"La conclusión más importante del coloquio", dijo Tuñán de Lara, "es que ahora se ha renovado a nivel de nuestro tiempo lo que fueron los coloquios de Pau, con una exigencia mayor en el avance histórico científico y con otra exigencia también que es la pluridisciplinaridad". Añadió que la pluralidad de disciplinas no es todavía la historia total, "pero creemos que es el camino para llegar a ella, y ésta es una de nuestras preocupaciones historiográficas fundamentales".

El profesor Tuñón de Lara impartió una conferencia para el público segoviano en la antigua Universidad Popular que fue presentada por el alcalde de la ciudad, Miguel Ángel Trapero, y que trataba acerca de España en el salto hacia el siglo XI Crisis de las ideas y realidades económicas. Manuel Tuñón de Lara hizo hincapié en la contradicción que se da a fines del siglo XIX y primeros del siglo XX, cuando se pierden las últimas colonias y se habla mucho de crisis y de desastre: "Yo pienso que la verdadera crisis", dijo, "se produce en la hegemonía ideológica del bloque de poder en la restauración y de todo su sistema de valores. Todo eso se desploma después de perder los restos del imperio, pero resulta que al mismo tiempo, a excepción de un duro golpe momentáneo para los textiles catalanes y ggricultores castellanos, se hacen más sociedades anónimas que nunca, se repatrían 2.000 millones de pesetas de la época, se llega a las cotas punta de exportación de minera], empieza a marchar la siderurgia, etcétera".