El Insalud desea que los facultativos regulen las comisiones de control del consumo de fármacos
El Instituto Nacional de la Salud (Insalud) ha propuesto a las centrales sindicales que sean los propios médicos quienes regulen el funcionamiento de las comisiones para la evaluación del consumo de medicamentos, según explicó ayer el secretario general del Insalud, Agustín Ortega. Por su parte, representantes del Consejo General de Colegios Médicos manifestaron en una conferencia de prensa que se han limado bastante las asperezas surgidas últimamente entre la Administración y la organización colegial en torno al control de las recetas médicas. Se produce así un estado de distensión en el progresivo enfrentamiento que venía gestándose entre el ministerio y la organización profesional a propósito del volumen y costo de las recetas.
La causa de las fricciones, que ahora parecen superadas, se encuentra en la publicación por algunos medios informativos de los nombres de los médicos que más se recetan en España, unido a declaraciones públicas sobre el tema de altos responsables de la Administración sanitaria. El resultado, según el Consejo General de Colegios Médicos, es la formación de un estado de opinión que culpa a los facultativos de los elevados costes farmacéuticos de la Seguridad Social.Los representantes de la organización médica colegial que participan en las negociaciones con la Administración para la constitución de las comisiones médico-farmacéuticas que deben racionalizar el gasto de medicamentos no pudieron reunirse ayer con el director general de Farmacia, Félix Lobo, por haber tenido éste que viajar inexcusablemente a Salamanca.
Actuación "precipitada"
No obstante, explicaron a los informadores su satisfacción porque parecen definitivamente superadas las tensiones que se habían producido cuando la Administración inició una campaña de información pública acompañada de medidas coercitivas contra algunos médicos en determinadas provincias. En opinión de los portavoces del Consejo General de Colegios Médicos estas medidas rozaron en ocasiones el atropello a la deontología médica.Según Rafael Barroso, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla y miembro de la citada comisión, las autoridades ministeriales han admitido que se ha actuado con alguna precipitación en todo este asunto. "En algunos casos", dijo, "parece haberse ignorado que son los médicos los primeros interesados en esa racionalización del gasto farmacéutico que la Administración quiere emprender".
En coincidencia con el presidente de los médicos sevillanos, los doctores Miguel Ángel Rodríguez Lois y Carlos Mesa, representantes, respectivamente, de los médicos rurales y de hospitales, manifestaron su convicción acerca de la necesidad de controlar el gasto farmacéutico, pero rechazaron la idea de que esta fiscalización sea realizada mediante el recurso a una limitación indiscriminada de la capacidad de recetar.
Los portavoces de la organización médica colegial creen, por otra parte, que las cifras que arrojan los cómputos que se están haciendo del gasto farmacéutico no pueden ser interpretadas necesariamente como expresión de presuntos abusos por parte de los facultativos.
En su opinión, tienen que ponderarse en cada caso numerosas circunstancias. "Nuestra idea es que el control del gasto tiene quepersonalizarse", apuntó el doctor Mesa.
Los representantes del Consejo General de Colegios Médicos distinguen entre el ámbito laboral del acuerdo entre el Insalud y los sindicatos, en relación al control de las recetas, y el estrictamente deontológico, en que la organización médica colegial ha de moverse en todo este asunto.
A título de ejemplo, el doctor Barroso se refirió al grave problema de ética profesional que tendría que encarar un médico a quien una hipotética y drástica limitación del número de recetas le impidiese atender a uno o a varios de los enfermos que le han sido asignados.
