La flota pesquera de Ondárroa, tras casi un mes de amarre, salió ayer al mar sin rumbo declarado
La flota arrastrera de la localidad vizcaína de Ondárroa salió a faenar a primeras horas de la tarde de ayer, sin rumbo declarado, después de que la asamblea de armadores considerara que las negociaciones con la Administración Central no habían resuelto la situación de los buques que no disponen de licencias para faenar en aguas comunitarias. El regreso de los arrantzales a la mar, se producía dos días antes de que se cumpliera un mes del ametrallamiento de dos pesqueros vizcaínos por una fragata francesa.
Después de comer, a las 16 horas comenzaron a salir del puerto de Ondárroa las primeras de las 37 embarcaciones que han permanecido amarradas desde el pasado 7 de marzo. La asamblea de armadores había durado toda la mañana y, tras el habitual hermetismo sobre las resoluciones concretas que los patrones de los barcos adoptan en sus cónclaves, los primeros grupos de pescadores comenzaron a preparar los barcos para salir a la mar. Ningún marinero quería desvelar el destino del trayecto, pero todos insinuaban las dificultades técnicas que tenían para faenar más allá del golfo de Vizcaya.
Derechos históricos
De los 38 pesqueros que, según los mismos arrantzales recordaban ayer están en la lista negra, más de 20 no ocultaban su intención de volver a la misma zona en donde el mes pasado se produjo el incidente con la patrullera gala. Un arrantzale, a punto de embarcar en el pesquero que se disponía a zarpar, decía que ignoraba por completo el destino del viaje ("lo que diga el patrón"), a la vez que señalaba la posibilidad de volver "a las aguas de siempre". Unos pescadores que comentaban que nunca habían tenido problemas hasta 1977, repetían "nuestros antepasados siempre pescaron en esas aguas. Parece una tontería, ¿verdad? Pues los derechos históricos están reconocidos en un acuerdo que firmó el Gobierno con la Comunidad Económica Europea hace al menos cuatro años".En la asamblea de armadores, al parecer, se estudió la posibilidad de iniciar las negociaciones necesarias con la Administración central, que se ha comprometido a otorgar subvenciones a aquellos pesqueros que estén decididos a faenar en aguas libres de restricción de licencias. Sin embargo, los arrantzales decían ayer que no confiaban en esa posibilidad porque en su opinión implicaría realizar trámites "excesivamente largos".
Uno de los patrones del Veracruz II comentaba, mientras ultimaba detalles en el puerto antes de zarpar con su plantilla de 22 marineros, que "es posible que se inicien negociaciones en esa línea, pero mientras tanto tenemos que comer. Llevamos ya un mes parados y no podemos esperar más tiempo". Este, que tampoco quiso revelar qué rumbo iba a tomar su pesquero, se mostraba inquieto por la situación de las cuatro tripulaciones que habían salido en la tarde del pasado miércoles en dirección al golfo de Vizcaya.
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