Mitin en escena

Franca Rame y su marido, Dario Fo, son luchadores de la izquierda radical italiana y acuden con sus formas de teatro a fábricas ocupadas, plazas, talleres; lo que en viejas terminologías se llamaba trabajo de agitación y de concienciación. Franca Rame es, sobre todo, feminista, y su espectáculo personal dado ahora por sólo dos días en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, dentro del IV Festival Internacional, repetición del que dio en su viaje anterior a Madrid, corresponde a esa intención muy abiertamente, y ha tenido un público mayoritariamente especializado. Es un monólogo largo, sostenido en cuatro relatos: es, sobre todo, un mitin. Franca Rame, actriz de nacimiento, interpreta personajes femeninos victimados, generalmente en tono bufo (Dario Fo es coautor de los textos): el de la obrera que trabaja en una fábrica, pero al mismo tiempo se ocupa de su hijo, de su casa y de su insoportable marido; el del ama de casa aislada, encerrada, solitaria, cuidando también, natural mente, marido-guardián, hijos y hasta cuñado inválido. Explica vivamente el sufrimiento y el fastidio de la mujer durante el acto sexual: manoseada, penetrada, aplastada por el peso de un corpachón, y sin experimentar ninguna sensación placentera; sobre todo cuando esta molestia sucede con el marido. A veces, eso sí, tiene la ocasión de encontrar un vecino jovencito y enamoradizo, y en esos casos todo va bien: si no aparece inesperadamente el condenado marido.El título de uno de sus números, Todas tenemos la misma historia, muestra su intención generalizadora, un problema total de la mujer, ya que de otra forma podría parecer que es fruto personal de sus relaciones con Dario Fo. Como es un teatro popular, didáctico, concienciador, preparado para un público nada intelectual, parece todo demasiado primario, demasiado falto de matices. El sentido del humor, de la ironía, de la agresividad cómica, es muy elevado. La mejor de sus historias es aquella en que se sale del deliberado histrionismo y relata, en sobrio tono dramático, una violación múltiple: es un texto, según ella, tomado de una confesión hecha por la víctima a un periódico feminista. Tiene calidad humana y un desgarrador sentido de veracidad.

Al final de sus monólogos, Franca Rame pide al público que firme un documento dirigido al presidente de la República italiana, Sandro Pertini, para pedirle que intervenga con su sentido de la humanidad -que Franca Rame glosa sin límites- en favor de los detenidos en cárceles cuyo sistema considera inhumano.

La relación con el teatro de este espectáculo se centra sobre todo en la condición de actriz de Franca Rame y en la fijeza de los temas relatados que lleva años repitiendo en Italia y en el mundo. Pero su contenido es sobre todo político: es un mitin escenificado. Con muy buenas condiciones. Fue escuchada, muchas veces reída y bastante aplaudida.