Los piquetes de pescadores intentan actuar fuera de las carreteras del País Vasco

Los representantes de pescadores y armadores del puerto guipuzcoano de Pasajes manifestaron ayer al lendakari en funciones, Carlos Garaikoetxea, con quien se entrevistaron en Vitoria durante 90 minutos, que los atentados contra los camiones "sirven como expresión de una inquietud, pero no resuelven los problemas". Mientras tanto, piquetes de pescadores de la zona de Ondárroa, que habían decidido en una asamblea continuar atacando los vehículos de transporte de la Comunidad Económica Europea, se desplazaron hacia carreteras de zonas colindantes con el País Vasco.

No se registraran incidentes de relieve, aunque dos piquetes de pescadores fueron detenidos en Pancorbo y Briviesca (Burgos) por dotaciones de la Guardia Civil.Los marineros de los barcos de altura, que permanecen ¡amarrados en la costa hasta que el próximo día 27 representantes españoles y franceses celebren un encuentro en Burdeos a fin de llegar a acuerdos satisfactorios, confirmaron ayer su intención de continuar impidiendo la entrada en España de pescado procedente de ¡aguas comunitarias. "Hasta que la Administración no encuentre soluciones a nuestros problemas y no podamos salir a faenar tranquilamente continuaremos obstaculizando el paso, de los camiones que introduzcan pescado en España", señalaron dos portavoces de la flota de Ondárroa.

Regresan los heridos

Por otra parte, Manuel Fernando López y Eusebio Goimendi, los dos marineros del Valle de Atxondo que resultaron heridos durante el ataque de la Armada francesa contra dos pesqueros vizcaínos, abandonaron ayer el hospital naval de Brest y emprendieron viaje de regreso al País Vasco. Al primero le ha sido amputada la pierna derecha, y el segundo sufría fractura abierta de peroné.

Los armadores del pesquero Valle de Atxondo, mientras tanto, insisten en apelar contra la sentencia dictada por las autoridades franceses en Lorient el pasado 15 de marzo, a pesar de que sus abogados franceses aconsejan que no se apele, por considerar que hacerlo sería perjudicial. La pena total por los acontecimientos del pasado día 7 de marzo ascendió a 23.000 pesetas por cada uno de los patronos, además de los 120.000 francos que deberán pagar por el delito de faenar en aguas prohibidas durante los últimos tres meses.

El abogado francés, Marcel Sabas, comunicó a los pescadores que el Gobierno francés podría aprovechar la apelación para agravar la condena. El letrado Sabas precisaba además que resulta imposible en un recurso delegar la representación en un abogado, y que sería obligatoria la comparecencia de los procesados. Sin embargo, para el abogado bilbaíno Meana, asesor en España de la empresa armadora, Pesquera Gorritxo, "si todo esto es así, entendemos que se ha producido una actitud coactiva para que no se apele y se consolide una condena por una infracción no cometida".