España participa en una iniciativa occidental para tratar de superar la crisis de la Unesco

La representación española ante la Unesco participa en una iniciativa del grupo eurooccidental que tiene como objetivo superar la crisis en la mencionada organización de las Naciones Unidas, sobre la que pesa la amenaza de la retirada de Estados Unidos.

Un documento de trabajo elaborado por los 24 países, entre ellos España, que componen el grupo eurooccidental de la Unesco -organización de las Naciones Unidas para el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura- critica la gestión administrativa del actual presidente, preconiza una serie de cambios estructurales y afirma que intenta mejorar el clima interior de la organización, así como suscitar en su seno "un proceso de autorreflexión capaz de hacer salir al mencionado organismo de las Naciones Unidas de la crisis en que se halla", según informaron a este diario fuentes solventes.El documento de trabajo, de unos 10 folios y de carácter informal y enunciativo -elaborado durante dos meses por el mencionado grupo (con la participación de la delegación española, encabezada por el embajador Raúl Morodo) de los 24 países eurooccidentales, que también contaron con la presencia de la delegación norteamericana-, plantearon una invitación a la reflexión sobre la crisis de la organización y sus soluciones.

El texto del documento, "consensuado de tal manera que permita la adhesión a su contenido de otros miembros y grupos de la Unesco", según una fuente solvente, incluye una "llamada a la reflexión" inspirada en criterios ideológicos acordes con los hegemónicos vigentes en el mundo occidental, e incorpora una serie de sugerencias a la gestión del director general, el senegalés y musulmán Ahmadou M'Bou, del que círculos occidentales de la Unesco en París, consultados por este diario, aseguran que "no existe correspondencia entre su sagaz sensibilidad política y su escasa destreza como gestor".

Estados Unidos anunció a finales del pasado año su disposición a abandonar la Unesco el 1 de enero de 1985 por razones derivadas de lo que Washington entiende como defectos reales de funcionamiento de la organización y de la desproporción existente entre su cuota anual, aproximadamente la cuarta parte del presupuesto total, y el ascendiente real de sus posiciones.

En la Conferencia General de la Unesco, verdadero poder legislativo de la agencia, cada país, cada cultura nacional cuenta con un voto, sin existir el derecho de veto reinante en la Organización de las Naciones Unidas. Dentro de la Unesco, Estados Unidos sufre una fuerte contestación que la actual Administración norteamericana considera ideologizada.