Cheysson estudia en Beirut la repercusión del veto soviético a los 'cascos azules'

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, viajó ayer a Beirut para examinar con el Gobierno de Líbano las consecuencias del veto soviético al envío de cascos azules de la ONU a la capital libanesa.La prioridad absoluta de este examen la tienen, según fuentes diplomáticas francesas, las modalidades de la retirada del contingente francés, único estacionado en Beirut tras la partida de los soldados británicos e italianos y el reembarque de los marines norteamericanos.

A raíz del veto soviético en la ONU, el Ministerio francés de Asuntos Exteriores anunció que el actual dispositivo había dejado de ser el apropiado, y que el contingente francés no podía soportar en solitario la responsabilidad de la comunidad de naciones, pero que la retirada francesa se haría con dignidad. Medios periodísticos parisienses revelaron ayer que los presidentes de Líbano, Amin Gemayel, y Francia, François Mitterrand, sostuvieron el viernes una conversación telefónica.

Aunque hasta el momento no ha sido revelado el contenido de esa conversación, según fuentes diplomáticas, Gemayel ha anunciado a Mitterrand su intención de solicitar públicamente, en tanto que Gobierno constitucional, la retirada del contingente francés. Evidentemente, tal petición equivaldría a la salida digna a la que se había referido el ministro francés de Asuntos Exteriores.

La hipótesis, siempre según fuentes diplomáticas francesas, es tanto más plausible, puesto que los contactos habidos en Damasco entre el presidente sirio, Hafez el Asad y Gemayel, parecen haber puesto de manifiesto la voluntad del sirio de apoyar al actual presidente de Líbano, incluso si sus adversarios políticos siguen pidiendo su cabeza.