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Arco-84 se clausura con quejas por fallos organizativos

El escaso papel organizativo jugado por el comité organizador de Arco 84 frente a la acumulación de competencias recaidas en la directora del certamen, Juana de Aizpuru, ha sido, a juicio de dicho comité, una de las causas del malestar con el que se clausuró ayer el certamen. Una de estas causas está en que, por falta de información, al menos el 80% de los 70 galeristas extranjeros no se va a beneficiar de la exención del impuesto de lujo.El italiano Lucio Amelio, miembro del comité organizador, manifiesta un furibundo y napolitano enfado al ser preguntado por el tema de la exención, hasta el punto de asegurar que mucho tiene que cambiar Arco para que él se decida a participar en la próxima edición. "Han querido hacer una tribuna internacional del arte, pero la cerradura política española es única en el mundo".

El comité organizador, presidido por Antonio Bonet e integrado por 21 galeristas españoles y extranjeros, celebró a última hora de la mañana de ayer una reunión con la directora del certamen, Juana de Aizpuru, en la que se hizo un balance de los errores que han podido deslucir el resultado de Arco.

Rainer Wehr, uno de los galeristas de Stuttgart, fue más optimista en su balance, pese a la escasez de sus ventas. "En una feria es importante vender, pero yo considero que lo prioritario es el encuentro artístico; que nosotros veamos lo que se hace ahora en España, en Francia o en Italia y que la obra de nuestros artistas sea conocida fuera de Alemania. Eso es lo importante, y creo que al menos este objetivo se ha conseguido".

Errores de información

María Corral, vocal del comité y directora artística de la sala de la Caja de Pensiones, de Madrid, informó que en la reunión de ayer del comité organizador se trató el problema de los galeristas extranjeros, ya que por errores de tramitación e información, los 70 galeristas extranjeros que han participado en Arco no van a disfrutar de la exención del impuesto de lujo que pesa sobre las obras extranjeras, porque al menos el 80% de ellos no envió el correspondiente informe, con un mes de antelación, en el que deberían detallar las obras que traían a España. Sin embargo, el director general de Bellas Artes, Manuel Fernández Miranda, aseguró que el Ministerio de Cultura tratará de resolver este problema, creado por la desinformación de los galeristas extranjeros.Lucio Amelio y María Corral tienen una queja y crítica común: la falta de adquisiciones que han hecho en Arco los directores de los museos. Ambos señalan como algo incomprensible el hecho de que el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid se haya gastado recientemente 280 millones de pesetas en obras de Gris y de Picasso y que se desinterese totalmente por el arte más asequible y de alta calidad, tanto nacional como internacional, que ha venido a Arco.

Otro asunto denunciado en la reunión consiste en que los visitantes considerados de especial interés por los galeristas (altos cargos, directores de museos, conocidos coleccionistas) no han sido llevados a recorrer los puestos de la feria y se les ha hecho siempre un único y restringido recorrido.

Elvira Mignoni, de la galería Theo, resume que toda esta enumeración de quejas se ha formulado con un espíritu positivo más que crítico, "porque es la única manera de conseguir que en la próxima convocatoria no se produzcan desequilibrios y de que el comité, en lugar de ser un órgano meramente consultivo, asuma las competencias organizativas que le corresponden".

Respecto a las ventas, importantes en muchos casos, de los galeristas españolas, las propietarias de la galería Alengon matizan que aunque a ellas les ha ido bien en el certamen, ya que las obras de los artistas Eduardo Arroyo y Andrés Nagel han despertado el interés de los visitantes, el alto coste que supone la asistencia a Arco disminuye enormemente los beneficios. "Pensamos que el Ministerio de Cultura debe arbitrar algún tipo de subvención, al igual que se hace en Austria o en Francia. Simplemente por estar aquí seis días hay que pagar 500.000 pesetas '(7.000 por metro cuadrado). A esto hay que añadir gastos de transporte y de personal. Los que vienen de fuera tienen que sumar el alojamiento. Al final, lo comido por lo servido, si te va bien. Los que no han vendido mucho, como ocurre con los extranjeros, se encuentran con un gasto excesivamente fuerte".

La directora, Juana de Aizpuru, manifestó ayer en una nota informativa que el balance había sido totalmente satisfactorio y lamentaba el desinterés de los coleccionistas españoles hacia los autores extranjeros.

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