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El Museo Español de Arte Cóntemporáneo cubre algunas de sus lagunas e incorpora nuevas obras a sus fondos

Desde ayer se pueden ver originales de Juan Gris, Picasso, Palazuelo y Kandinsky

La torre de 11 plantas en la que desde 1975 se alberga el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) es uno de los edificios menos visitados de la Ciudad Universitaria. Las lagunas, que caracterizan unos fondos que pretenden recoger la historia de las manifestaciones plásticas del último siglo y una inadecuada ubicación del centro, son las dos primeras causas por las que un día laborable es difícil ver más de seis personas recorriendo las salas. Las nuevas adquisiciones que desde hoy se exhiben (obras de Gris, Picasso, Antonio López, Palazuelo, Kandinsky, Mamja Maflo y Alberto Sánchez) pueden servir para revitalizar el MEAC.

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Para el director del centro, Álvaro Martínez Novillo, madrileño de 35 años de edad, los problemas del centro se reducen a la insuficiencia de fondos. Por ello sintetiza la solución en nuevas adquisiciones. La obra de Juan Gris es su reclamo permanente. "El día en que tengamos suficientes pinturas representativas de la obra de este artista madrileño, ejemplo de las múltiples lagunas descubiertas, tendremos argumentos suficientes para que la gente se desplace hasta el museo a apreciar la plástica del siglo XX. Mientras tanto, entiendo que los visitantes sean pocos".Sin embargo hay otros sectores que consideran que la gestión que desde 1975 realiza Martínez Novillo al frente de la pinacoteca no es todo lo adecuada que debiera y citan como críticas las deficiencias del edificio, la ausencia de actos destinados a la difusión de las últimas expresiones artísticas, la mala colocación de las obras y en especial la falta de cuidado con los fondos existentes así como la escasa exhibición de los mismos.

El MEAC cuenta en números redondos con 3.000 pinturas, 1.000 esculturas y 2.000 grabados. De todo este patrimonio solamente se exhibe el 10%. El resto, asegura Martínez Novillo, se encuentra almacenado en los sótanos, y algunas obras están localizadas en los museos de Sevilla y Toledo, más un reducido número de piezas que adornan los salones de centros diplomáticos. La dispersión incontrolada y la inadecuada conservación son rechazadas de firme por el responsable del MEAC.

"No hay ninguna obra que se encuentre en paradero vergonzante. Todos los fondos están perfectamente controlados. Es cierto que los sótanos del edificio sufrían algunas humedades, pero su importancia no era grave. Puedo asegurar tajantemente que en los sótanos no se ha deteriorado ninguna obra. Antes estos fondos estuvieron durante años en los bajos de la Biblioteca Nacional, y desde luego aquí no han estado peor que allí. Por otra parte, los sótanos del MEAC han sido ya reparados, por lo que ha desaparecido todo tipo de humedades.

La situación de la colección de esculturas -alrededor de un centenar-, procedente de los premios nacionales de Bellas Artes, realizadas en escayola y valoradas en torno al millón de pesetas cada una, constituye un problema aparte. Martínez Novillo afirma que se trata de un material -las formas se hacen en escayola antes de pasarlas al material definitivo- totalmente susceptible de sufrir deterioro. Con todo, el director del MEAC exhibe una serie de documentos (escritos y fotografías) en los que se prueba que el deterioro sufrido por un alto porcentaje de estas piezas ocurrió durante su estancia en el almacén anteriormente existente tras el palacio de Velázquez del parque del Retiro y durante su posterior traslado al MEAC. "Pero aquí" asegura Martínez Novillo "no se ha roto ningunapieza".

La misma negativa mantiene ante la falta de cuidado con algunas valiosas piezas, como con un manómetro de Man Ray, del que se aseguraba que había sido destrozado. "Estas acusaciones forman parte ya de intereses creados por algunos. El manómetro de Man Ray se podrá ver en el MEAC a partir del día 15 y sin ninguna clase de daño o deterioro. El personal de la casa -con algunos de cuyos miembros ha habido algún problema porque nos viene gente en prácticas o con recomendación- está muy cualificado y sabe con qué trabaja".

Actividades ajenas

La posibilidad de programar actos de animación cultural para difundir las últimas realizaciones en el campo de la plástica le parece a Martínez Novillo sencillamente improcedente. "La misión del museo es exhibir, como la de los galeristas vender o la del Círculo de Bellas Artes la de difundir. Promover esas actividades no resuelve nada. Hay además un exceso de ofertas de conferencias o mesas redondas en Madrid. Y aquí, dada la ubicación, no se va a desplazar nadie por la noche -a una zona donde no hay ninguna vida nocturna- para oír una disertación teórica ilustrada con una diapositiva".La propuesta de Martínez Novillo es sólo una: comprar y exhibir. Y para ello pide un presupuesto para compras propio para el museo (actualmente una sola partida, generalmente no superior a los 200 millones, es compartida por todos los museos) y poder de decisión y elección para el patronato que rige el MEAC.

Nuevas adquisiciones

Las nuevas adquisiciones, que desde ayer se pueden ver en las apretadas salas del Museo Español de Arte Contemporáneo, suponen un sensible avance en este sentido. Con los 280 millones de pesetas invertidos por el Ministerio de Cultura se han adquirido tres obras de autores extranjeros contemporáneos: un George Braque (Naturaleza muerta con pan, realizada entre 1941 y 1942), un Francis Bacon (Pintura tumbada, 1966) y un óleo de Pierre Bonnard (Retrato de Misia, 1906).En estas nuevas adquisiciones se incluye Naturaleza muerta (1944) de Pablo Picasso, dos óleos de Juan Gris: La botella de vino (1918) y Broc et verre (1916); un óleo de Antonio López, Los novios, otro de Pablo Palazuelo, Yantra, más dos gouaches de Kandinsky forman lo más destacado de los nuevos huéspedes del MEAC, donde tambien se incluyen adquisiciones de Maruja Mallo y de los escultores Oteiza y Alberto Sánchez.

Estas incorporaciones son, a juicio del director del MEAC, sólo la línea de lo que debe hacerse con el museo, y mantiene que a lo largo del siglo los sucesivos Gobiernos no han mostrado interés por las manifestaciones artísticas contemporáneas."¿Que qué haría yo para conseguir el interés de los amamantes del arte? Pues comprar cosas de Juan Gris y de todos aquellos de los que sólo tenemos lagunas. Es la única manera de que la gente venga y se interese por el museo".

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