En 1990 quedarán en España más de 60.000 médicos sin empleo, según un estudio de la Generalitat de Cataluña

La sociedad española deberá crear 61.800 puestos de trabajo para médicos antes de 1990 para poder absorber a todos los estudiantes de Medicina que terminarán su carrera en esa fecha, según se puso de manifiesto en un seminario organizado por el Instituto de Estudios de la Salud de la Generalitat de Cataluña sobre los estudios de Medicina, celebrado en Barcelona. El seminario tuvo 29 participantes, en su mayoría catedráticos de facultad, entre los que se encontraban varios decanos, y médicos con responsabilidades en la administración sanitaria y en hospitales privados y públicos.

Los reunidos plantearon la necesidad de adecuar la formación de graduados en Medicina a las necesidades reales del país, una vez definidas éstas con claridad, y que sea un organismo superior a la propia universidad quien determine el número máximo de nuevos alumnos que deben ser admitidos cada año.Entre 1980 y 1990 se habrá acumulado en España un excedente de 61.800 médicos, una vez ocupadas las plazas que hayan ido quedando vacantes durante ese mismo período, según cálculos expuestos por el profesor Antonio Gallego Fernández, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y fundador y primer presidente de la Sociedad Española de Educación Médica.

El profesor Gallego calcula además que en la década de 1990 al año 2000 se producirá un nuevo excedente de 10.000 médicos más, una vez cubiertas las vacantes producidas durante ese período, calculando que a partir del curso 1984-85 se limite a 4.000 nuevos alumnos anuales la matrícula de las facultades de Medicina. De cumplirse estas previsiones, en el año 2.000 España tendría cuatro médicos por cada 1.000 habitantes.

Faltan dentistas y ATS

El grupo de trabajo que discutió este punto concluyó que "el índice óptimo de médicos por población depende de cómo queden definidas las funciones profesionales dentro del sistema, de los equipamientos e instalaciones y de la forma de utilizarlos, de los problemas de salud de la población y de la política sanitaria".Según concluyó este grupo de trabajo, "también por comparación con otros países de similar cultura y estructura socio-económica, se puede considerar que existe una sobreproducción real de médicos en España. Se considera que esto ha llegado a producirse porque no ha habido ninguna planificación que haya tenido en cuenta las necesidades y la distribución de recursos".

En los debates se puso de manifiesto que en algunos países la asignación de funciones es diferente a la española, que descarga buena parte del trabajo sanitario sobre el médico.

En el Reino Unido, y particularmente en Escocia, por ejemplo, existe una mayor proporción de enfermeras y técnicos sanitarios medios, que desempeñan una parte importante de las funciones que en España se reservan a los médicos.

Según los datos aportados por el profesor Gallego, frente al exceso de médicos, existe en España una escasez de ATS y una gravísima carencia de dentistas. En 1980 había en España 3.946 dentistas, 11 por cada 100.000 habitantes, cuando Francia y la República Federal de Alemania (RFA) tenían 54 por cada 100.000 habitantes, Canadá tenía 45; Suecia, 98; Grecia, 75; Suiza, 52; Reino Unido, 32, y EE UU, 54. Ese mismo año, España tenía 335 ATS por cada 100.000 habitantes, frente a los 436 de la RFA, los 490 de EE UU, los 577 de Francia, los 803 del Reino Unido o los 854 de Canadá.

La ponencia relativa a calidad de los estudios de Medicina fue elaborada por el decano de la facultad de Medicina de Alicante, Carlos Belmonte, quien planteó la necesidad de reformar la actual orientación de estas facultades para lograr que los estudiantes, al tiempo que adquieren una sólida base científica y metodológica que los capacite y motive para la adquisición permanente de conocimientos, asuman también una motivación social por los problemas de la salud.