Condolencias en Madrid.
Un comunista de avanzada edad saluda con el puño el alto ante un retrato del máximo dirigente soviético, Yuri Andropov la Embajada de la URSS en Madrid, que habilitó una sala para recibir a las personas que desasen expresar su condolencia. El nuncio apostólico, Antonio Inocenti, decano del cuerpo diplomático acreditado en España, fue una de las principales personalidades que estampó ayer su firma en el libro. Dos funcionarios velan constantemente, en posición de firmes y con brazaletes de luto al brazo, el retrato del sucesor de Leonid Breznev.
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