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El antropólogo Julio Caro Baroja expone en Madrid sus dibujos de trabajo y de evasión

El etnógrafo y antropólogo Julio Caro Baroja expone, hasta el 25 de febrero, en la sala de cultura de la Caja de Ahorros de Navarra en Madrid, una selección de 100 dibujos de su obra La casa en Navarra, 20 dibujos fantásticos y 12 pinturas al óleo. El conjunto, titulado Documentación... y algo de locura, recoge una parte de los dibujos realizados como trabajo de campo para el estudio La casa en Navarra y otros de carácter fantástico y de evasión, "que parecen muy alegres o humorísticos, realizados cuando está uno cansado de la realidad".La exposición de los dibujos de Julio Caro Baroja en la Caja de Ahorros de Navarra en Madrid (Juan Bravo, 3, esquina a Claudio Coello) ha coincidido con la presentación de la obra La casa en Navarra, publicada en cuatro volúmenes por dicha institución, un trabajo etnográfico y sociológico sobre la habitación y el paisaje, el medio ambiente y el cambio histórico. Los distintos tomos recogen el proceso de población, los asentamientos urbanos, la arquitectura urbana y rural de las zonas de Pamplona, Sangüesa, Estella, Tudela y Ulite. El trabajo sobre La casa en Navarra surgió hace años como complemento de las fotografías realizadas por José Esteban Uranga, que a su muerte quedó como una amplia investigación, intensificada durante los años 1976 y 1979. Julio Caro Baroja destaca la variedad y cambios de paisaje en cortos espacios, desde el alpino y pirenaico al mediterráneo y atlántico, con una gran movilidad de habitación, urbanización y sistema de vida.

Lo más importante para Caro Baroja es que su estudio sirva para llamar la atención sobre la situación de abandono en que se encuentra la arquitectura civil en España. "Los monumentos grandes, como iglesias y palacios", dice el investigador, "se han cuidado y se han hecho leyes de protección, pero la pequeña arquitectura civil y el patrimonio familiar están abandonados y deben ser objeto de un rescate".

El dibujo ha acompañado a Julio Caro Baroja en sus investigaciones de los últimos 40 años. Muchos de ellos se han publicado, algunos se han perdido, y en contadas ocasiones se han expuesto al público. El autor recuerda que su primera exposición en San Sebastián le dejó deprimido al comprobar que "con la venta de dibujos y óleos gané más dinero que con los libros de ensayo".

"Para un etnógrafo y antropólogo, el dibujo está unido a su trabajo. Da idea de la proporción de las cosas y puede destacar elementos que no llega la fotografía. El dibujo es en parte abstracción, pero tiene una realidad mayor que una fotografía. Parto del paisaje realista de pintores antiguos que querían reflejar la forma de las cosas y no formas expresionistas".

En las pinturas y los dibujos fantásticos, Julio Caro expresa su algo de locura. "Estos paisajes y dibujos son una especie de fantasías, de cosas que se me ocurren y a veces se convierten en relatos literarios. Es una evasión, dibujos de imágenes y recuerdos realizados para matar horas de aburrimiento, para evadirse de las cosas pesadas y cotidianas, cuando uno está cansado de la realidad. Son obras hechas después de cumplir 60 años, y es como un proceso de infantilización o de repulsa de la gravedad de la vejez".

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