Los culpables del envío de una bomba a EL PAIS, juzgados por otros crímenes

Rafael Gómez Álvarez, de 27 años, y Ramiro Alejandro Rodríguez-Borlado, de 29, condenados a 30 años de reclusión por enviar una bomba a EL PAIS, que causó la muerte del trabajador Andrés Fraguas y heridas a otros dos, compairecieron ayer ante la Audiencia Nacional para ser juzgados por otros delitos de sangre. Entre éstos figuran la colocación de una bomba en el bar El Parnasillo, de Madrid, que originó la muerte de Salomé Alonso; el asesinato del joven Carlos Javier Idígoras, y el envío de una carta-bomba al Club de Amigos de la Unesco, que al estallar amputó una mano a Esteban Barahona y dejó ciega a Dolores Martínez Ayuso. Junto a ellos compareció también Jesús Javier Blanco, acusado de lanzar un artefacto explosivo contra la sede de la CNT de Madrid.El jefe del grupo -el abogado de 40 años José de las Heras Hurtado, presidente del Frente de la Juventud-, que también tenía que haber sido juzgado, huyó de España hace dos semanas, por lo que el tribunal decretó su busca y captura, que hasta la fecha no ha dado resultado positivo.

La fiscal encargada del caso, María Dolores Márquez de Prado, solicita penas que suman 179 años de reclusión para Gómez Álvarez y de 81 años para Rodríguez-Borlado, como autores de varios delitos de asesinato, estragos, lesiones, daños, tenencia de armas y de explosivos. Para Blanco pide seis meses por estragos.

En el juicio, Gómez y Rodríguez-Borlado se negaron a contestar a las preguntas de la fiscal y de los abogados de la acusación, y sólo respondieron a algunas de sus defensores. Ambos argumentaron que la razón para no contestar es que no creen en la Audiencia Nacional, ya que, según ellos, siendo inocentes habían sido condenados a 30 años por el envío de la carta-bomba a EL PAIS.