Camp David, irreversible

(...) Es posible, como sostienen algunos participantes en la Conferencia Islámica de Casablanca, que al final se encuentre un compromiso que permita a Egipto respetar sus compromisos con el Estado israelí y al mismo tiempo reintegrarse en la familia islámica.Mientras tanto, el éxito de los Estados moderados -africanos, asiáticos y árabes- no es viable. La resolución deliberadamente ambigua que ha obligado a admitir a sus adversarios no contiene ningún término ofensivo para un país al que hace poco acusaban de traición, y evita exigirle explícitamente que rompa con Israel. A juzgar por las intervenciones en los debates, casi todos los Estados miembros de la Organización de Conferencias Islámicas estiman que, el tratado de paz entre Israel y Egipto de hecho es irreversible.

(...) La adopción del plan de Fez por la conferencia es otro éxito de aquellos que están dispuestos a olvidar para buscar una paz global y equitativa. Tanto para los jefes de Estado árabes como para el ala realista de la OLP, que dirige Yasir Arafat, este proyecto debería desembocar en un acuerdo que garantizara la coexistencia entre Israel y un Estado palestino en Cisjordania y Gaza.

Mientras Siria y Libia esperaban eliminar de la escena política a Yasir Arafat, éste sale reforzado de la conferencia. En cierto modo ha sido elegido como el jefe incontestable de la OLP, a pesar de las denuncias que ha sufrido por parte de los disidentes de Al Fatah y de las seis organizaciones radicales con sede en Damasco. Todas las intervenciones del jefe palestino en la conferencia fueron acogidas con aplausos entusiastas. Los marroquíes le han aclamado en las calles de Casablanca, y el rey Hassan le ha rendido un vivo homenaje en el discurso de clausura.(...)

21 de enero