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Francia plantea la urgencia de resolver los problemas financieros y agrícolas de la CEE

Andrés Ortega

Sin tener que esperar a la cumbre europea de junio en París, Francia se propone, bajo la presidencia semestral de la CEE que acaba de inaugurar, que el Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno resuelva en Bruselas los días 19 y 20 de marzo los problemas de la reforma interna de la CEE, al menos en lo que afecta a parte de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) y a la cuestión financiera en los Presupuestos de la CEE. En este sentido se manifestó ayer en Bruselas el titular francés de Agricultura, Michel Rocard, coincidiendo con declaraciones de su recién nombrado colega Roland Dumas, ministro de Asuntos Europeos.Rocard inauguró, en Consejo de Ministros de Agricultura que concluyó ayer, la presidencia francesa de la CEE pidiendo excusas a Dinamarca y a los Países Bajos por los camiones que habían sido quemados por agricultores franceses la víspera, dentro de la llamada guerra del cerdo. Los ministros llegaron a un acuerdo técnico sobre la peste porcina que se ha declarado en algunas zonas de Italia. Rocard, aunque calificó de "incendios salvajes" la quema de camiones, entró, sin embargo, en el problema del deterioro del mercado francés de la carne porcina.

Rocard afirmó que Francia pretende volver a los cauces normales de negociación. La Comisión Europea conservará el poder de iniciativa y los ministros se encargarán cada uno de sus temas, aunque sea necesario una síntesis antes de la primera cumbre, pues "la negociación final será global".

El ministro de Asuntos Exteriores francés, Claude Cheysson, expondrá el 18 de enero ante el Parlamento europeo el programa de trabajo de su presidencia. En la cuestión central de la reforma de la PAC Rocard ha dividido los temas en tres grandes series: los problemas técnicamente maduros pero que requieren solución política (las garantías de precios, la política comercial exterior, la tasa sobre las materias grasas y los cereales), los que requieren mayor profundización técnica y política (leche y tasas fronterizas en la CEE) y los que no han sido aún debatidos con tecnicidad (otros productos). La Comisión presentará la próxima semana propuestas para renegociar con EE UU las importaciones de productos sustitutivos de los cereales.

Reducir los excedentes

El problema para Rocard reside en hacer compatible la reducción de excedentes agrícolas con el mantenimiento de los ingresos de los agricultores. En este sentido, queda ligada la gran negociación de los precios agrícolas para la campaña que se abre el 1 de abril con la reforma interna de la PAC. De hecho, en unos pocos meses la CEE puede estar en quiebra. La Comisión ha advertido que en la situación actual faltan 23.000 millones de pesetas para los créditos agrícolas que se prevén.

La situación política se ve complicada por las elecciones directas al Parlamento europeo, convocadas del 10 al 17 de junio. Rocard mismo, en su discurso, señaló que "los períodos electorales son poco propicios a las concesiones, cuando vamos a tener que hacerlas todos a diario. Formuló, pues, el voto de que sepamos convencer a nuestros electores de que el interés de cada una de nuestras agriculturas pasa por la salvaguardia de la PAC". A juzgar por este primer Consejo de Agricultura -en el que todos los presentes, y muy especialmente los británicos, hicieron fuerte gala de europeísmo-, poco se ha avanzado. Un tema como el recorte de las ayudas a nuevas inversiones en el sector lácteo para evitar excedentes fue juzgado "poco maduro" para una decisión por diversas delegaciones. En febrero los ministros de Agricultura volverán sobre la reforma de la PAC y la fijación de nuevos precios. Entre tanto, sus expertos intentarán despejarles el camino.

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