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Duras críticas en la URSS a la primera novela de Evtuchenko

Evgeny Evtuchenko, uno de los más populares poetas de la Unión Soviética, está recibiendo los más severos ataques de su carrera a raíz de la publicación de su primera novela, Las moreras, entre otras cosas por el tratamiento crítico que el autor hace de las redadas de propietarios de tierras (kulaks) ¡levadas a cabo por Stalin en los años treinta. Una crítica del libro aparecida en la revista Nash Sovremennik lo califica de deshonesto e inmoral y afirma que jamás debió haber sido publicado.Del libro de Evtuchenko se publicaron a principios de año dos millones y medio de ejemplares. Cuando apareció recibió críticas favorables y se convirtió en uno de los libros favoritos. La dureza de la crítica aparecida ahora en Nash Sovremennik parece reflejar la creciente sensibilidad existente en el Kremlin hacia el modo en que se trata la era de Stalin, así como la cada vez más estricta actitud hacia las artes que ha sido decidida desde que Yuri Andropov sucedió a Breznev. En este período han sido frecuentes los llamamientos al más alto nivel pidiendo una más estrecha adhesión a los principios del partido en lo que respecta a la literatura y a las artes.

El ataque a las posiciones de Evtuchenko ha sido inesperado. Aunque era considerado un escritor de vanguardia en la época de Jruschov, nunca ha dejado de estar asistido del favor oficial. Su celeridad en producir hornada tras hornada de poesía oficial, de la que sirve para elogiar fábricas de tractores, el Chile de Salvador Allende y los Juegos Olímpicos de Moscú, se ha visto fuertemente atacada por otras figuras de la literatura soviética que se sienten menos ansiosas de proteger su posición privilegiada con un trabajo tan progubernamental.

El crítico que atacó Las moreras, Oleg Volkov, no es una figura importante, y Nash Sovremennik, órgano del Sindicato de Escritores de Rusia, carece de la autoridad que poseería una publicación del partido comunista, pese a lo que hay que interpretar la crítica como un disparo de aviso contra Evtuchenko y todos aquellos inclinados a tomarse demasiadas libertades con temas como la era de Stalin, la guerra mundial y el sexo.

Lo que más ofendió al crítico de la revista fue el incidente en el que una patrulla de la policía detiene a un campesino que no forma parte de la clase de los kulaks. Los kulaks eran terratenientes relativamente prósperos que fueron desplazados, de sus tierras y encarcelados a millones durante la etapa estaliniana de colectivización forzosa de la agricultura, que se produjo a principios de los años treinta.

Evtuchenko sostiene en la novela que no había kulaks en la zona de Siberia de la que él mismo es originario, y en la que transcurre la novela, por lo que la policía se limitaba a detener campesinos al azar para asegurarse de que completaba su cuota de detenciones. La revista acusaba al autor de inventarse historias sanguinarias sobre temas que desconocía, añadiendo que "la eliminación de los kulaks es una de las páginas más dramáticas y polémicas de la historia de la Rusia campesina, por lo que si alguien se inspira en ella ha de hacerlo con la mejor buena fe, armado de un profundo conocimiento de los hechos, y de la situación y atmósfera de los tiempos".

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