La Generalitat dispone una capilla ardiente para que Miró reciba el último adiós de los catalanes
Los restos mortales del pintor Joan Miró, fallecido el domingo pasado en Mallorca, llegan hoy a Barcelona para ser instalados, desde esta tarde hasta mediodía de mañana, en una capilla ardiente dispuesta en el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat de Cataluña. La familia del artista, en principio partidaria de unas exequias íntimas -las que había deseado Miró, según prueban unas últimas voluntades a las que este diario tuvo acceso y que reproducimos literalmente en esta página-, accedió a que se instalara la capilla ardiente para que Miró reciba los últimos homenajes.
El obispo de la diócesis de Mallorca, Teodoro Úbeda, ofició ayer por la tarde en la iglesia de San Nicolás de Palma de Mallorca -la misma en la que se casó el pintor hace 54 años- el funeral por el alma de Joan Miró. Respondiendo a la voluntad expresamente formulada por el artista, el obispo de Mallorca celebró la ceremonia en mallorquín en un templo abarrotado. Mientras tanto, un coro interpretaba canciones religiosas. medievales dando a esta iglesia -construída en el año 1304 por los reyes de Mallorca- un aire de solemne serenidad muy adecuado a la personalidad del pintor fallecido. El ministro de Cultura, Javie Solana, que acudió en represen tación del Gobierno, y todas las autoridades de la provincia, asistieron al funeral.La viuda de Joan Miró, Pilar Juncosa, presenció la ceremonia junto a su hija María Dolores Miró Juncosa, su yerno Teo Punyet y sus nietos. Ramón Aguiló, alcalde del Ayuntamiento de Palma y todos los concejales estuvieron presentes junto con Cañellas, presidente de la Comunidad Autónoma, y la numerosos consellers.
Amigos y colaboradores
La mayoría de los intelectuales y pintores mallorquines y afincados en la isla participaron también en la ceremonia. Josep María Llompart, Gabriel Janer Manila, Joan Bonet, entre otros, estuvieron presentes junto a mí merosos periodistas y ciudadanos de Palma, ciudad en la que Joan Miró era muy especialmen te querido y popular.El fallecimiento del pintor, el pasado domingo, día de Navidad, reunió en su residencia de Son Abrines, y quizá por primera vez, a muchos de sus amigos y colaboradores más íntimos.
Francisco Farreras, de la galería Maeght de Barcelona fue, junto a Camilo José Cela, de las primeras personas en llegar, junto a la familia. Català Roca, fotógrafo y autor de numerosos retratos sobre Joan Miró; Viladars abogado del pintor en Barcelona e íntimo amigo; Juan Nadal, ex teniente alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Palma, y Pep Pinya, director de la galería de arte Pelaires también acudieron a la casa del pintor. Las condolencias y los telegramas de pésa me procedentes de los más varia dos y apartados rincones del mundo se acumularon en Son Abrines desde los primeros momentos.
El cuerpo embalsamado de Joan Miró será trasladado hoy a Barcelona para ser enterrado en el cementerio de Montjuïc, donde el artista señalo que quería recibir sepultura. Tras el funeral de ayer en Palma, la capilla ardiente que se instalará hoy en Barcelona y el funeral convocado para mañana jueves en la basílica de Santa María del Mar barcelonesa, la expectación se dirigirá especialmente hacia el futuro destino del patrimonio pictórico legado por Joan Miró.
Fundación Miró en Palma
En este aspecto, la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma de Mallorca, constituida mediante escritura el 7 de marzo de 1981, centralizará los esfuer zos necesarios para dar forma a los deseos del pintor.El inmediato desarrollo de la fundación -constituida en estos momentos por el estudio del pintor, diseñado por el arquitecto Josep Lluís Sert, y el edificio de Son Boter, contiguo a la residencia del artista- dependerá en gran medida de la fórmula que sean capaces de articular las instituciones junto con la familia de Joan Miró.
El documento firmado en aquella ocasión por el Ayuntamiento de Palma especificaba las intenciones de Joan Miró describiendo los objetivos de la fundación con absoluta claridad: "Fomento y difusión del conocimiento artístico, facilitando la labor creadora de futuros artistas en íntima y constante colaboración con los rectores ciudadanos, superando los esquemas museísticos habituales".
La realización de estos propósitos depende en estos momentos, y en gran medida, de la agilidad negociadora del actual teniente alcalde de Cultura de Palma, Colau Llaneras, y el propio alcalde, Ramón Aguiló, presidente del patronato de la futura Fundación Pilar y Joan Miró.
Babelia
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