Cautela soviética ante la Conferencia para el Desarme en Europa
El comienzo de la instalación de los misiles norteamericanos en Europa occidental complica la situación en el continente y la Conferencia para el Desarme en Europa (CDE), que comienza el próximo 17 de enero en Estocolmo y será el único foro de diálogo abierto entre el Este y el Oeste. Así lo ha manifestado Vadim Medvedev, jefe de la delegación soviética que ha asistido en Madrid al Congreso del Partido Comunista de España. Medvedev es jefe del Departamento de Ciencia y Establecimientos de Enseñanza Superior del Comité Central del Partido Comunista de la URSS (PCUS) y miembro de la comisión central de control adscrita, a este mismo organismo.
El funcionario soviético señala que la URS S "tomará parte en la conferencia de Estocolmo y hará todo lo que pueda para que esa conferencia tenga un papel positivo". La posición de la URSS de cara a las negociaciones de Ginebra sobre las armas nucleares de alcance medio (INF), que Moscú abandonó el pasado 23 de noviembre, es "clara y definida", y había sido anunciada reiteradamente "desde hacía medio año", dice el representante soviético. "Consideramos imposible", indicó, "seguir con las negociaciones cuando ya empezaban a instalarse los misiles, porque en esas condiciones, el continuar hubiera significado la aquiescencia progresiva al despliegue de los euromisiles y podría haber servido como un estímulo para posteriores pasos de la Administración norteamericana y algunos países europeos. Las negociaciones hubieran funcionado entonces como una tapadera".El regreso a la mesa de negociaciones en Ginebra depende "de que se restablezcan las condiciones que existían antes del 22 de noviembre, fecha del inicio del despliegue de los euromisiles. No habrá retorno mientras continúe la instalación de los euromisiles", señala Medvedev. Para él, existe "una diferencia de principios" en los movimientos pacifistas en el Este y en Occidente. Opina que en el movimiento pacifista en Europa occidental tiene como principal problema la ubicación de los curomisiles norteamericanos, mientras en el Este el pacifismo "no contradicie las propuestas de los respectivos Gobiernos de los países del pacto de Varsovia".
El funcionario soviético se niega a comparar el estado de las relaciones entre el PCUS y los partidos comunistas de España y Portugal, respectivarnente. "Eso no es interesante", dice, y remite a los textos de salutación enviados por la dirección del PCUS a los congresos celebrados la semana pasada por ambas formaciones políticas ibéricas. La, diferencia en el nivel de la representación soviética enviada a cada uno de ellos es suficientemente elocuente, ya que al congreso de los comunistas portugueses asiste Mijail-Gorbachov, uno de los 11 miembros del Polítburó del Comite Central del PCUS, considerado uno de los delfines del secretario general, Yuri Andropov. "El Comité Central del PCUS determina a quién enviar. Esto habla por sí mismo; yo no quiero hacer comentarios sobre ello".
Las tensiones internacionales entre el Este y Occidente han tenido una influencia limitada y coyuntural en las relaciones económicas entre ambas partes, dice Medvedev, quien valora positivamente los resultados obtenidos este año, que fuentes económicas valoran como los mejores en los últimos cinco años. La producción industrial se ha incrementado un 4,1% durante los primeros once meses de 1983, según las estadísticas soviéticas. Medvedev no establece, con todo, relación entre este dato y las campañas contra la corrupción y a favor de la disciplina en el trabajo emprendidas durante el mandato de Andropov. Precisa, más bien, que se trata de una intensificación de un trabajo organizativo y un aumento de las exigencias en un proceso que, a su parecer, es "permariente".
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