Creciente actividad española en la OTAN

Olvidándose de la filosofía de Heráclito, a su llegada al poder, el Gobierno de Felipe González congeló, la situación de España en la OTAN como en una instantánea. Pero el propio Heráclito señaló que "el fuego se reposa cambiando". Formalmente, la actitud española no ha cambiado, pero el proceso que discurre tras la formalidad muestra una creciente actividad española en la OTAN. Entre otras razones, porque tiene que defender unos intereses. Las conversaciones sobre la integración de España en la estructura militar de la OTAN fueron interrumpidas. España quedó en la estructura civil, participando en todos los comités que le interesaban y en el único comité -el comité militar- de la estructura militar, en el que ya estaban.En diciembre del año pasado, el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, acudió a la reunión ministerial del Consejo Atlántico para explicar la posición española y señalar que España seguiría siendo "un aliado fiel y cooperador" hasta que se definiera la situación. Morán cesó al entonces representante permanente de España en la OTAN, Javier Rupérez, reemplazándolo por el segundo de la misión, Jaime Ojeda. Así la silla no se quedó vacía. Un sinfín de diplomáticos y militares españoles circulan por la sede de la OTAN en Bruselas. España además plantea siempre una reserva en las reuniones en que se habla de Gibraltar y por primera vez este otoño presentó ante la OTAN una contribución propia sobre la cuestión de Centroamérica y condenó con fuerza en la Alianza Atlántica la invasión norteamericana de Granada. Por otra parte, Ojeda señala que "desde que estamos aquí no se ha vuelto a hablar en la OTAN de las Malvinas".

Tanto Morán como el titular de Defensa, Narcís Serra, asisten a las reuniones ministeriales de la OTAN, con la excepción de la del grupo de planes nucleares, en la que España, desde la primavera pasada, tiene un estatuto de observador. En cuanto a los comunicados finales, el Gobierno socialista ha optado por una fórmula por la cual España no se suma a ellos, sin por ello desligarse.

Aunque España no era miembro de la OTAN cuando ésta tomó la doble decisión de 1979, España participa en el grupo consultivo especial que sigue las conversaciones de Ginebra sobre los euromisiles. Con ocasión de su visita oficial a la RFA, Felipe González expresó la primavera pasada su comprensión por la actitud atlántica en esta cuestión, que, dadas las tensiones Este-Oeste que provoca, ha servido de apoyo para no convocar por el momento el referéndum. Pero González ha apoyado directamente ante Ronald Reagan las cuatro propuestas de Estados Unidos para estas negociaciones.

Los aliados han hecho gala de una gran delicadeza no presionando al Gobierno español, al menos en público, para que aclarase la situación de España en la OTAN. Sigue pendiente el tema central del referéndum, que según González no se celebrará antes de la primavera de 1985. Pero algunos aliados ligan, sin embargo, la cuestión de la OTAN al ingreso de España en la CEE.