Brenan recibe el homenaje de Alhaurín, localidad donde fijó su residencia hace 15 años
"Cuando una persona ajena a nuestro grupo se interesa por nuestros problemas y por el porqué de nuestro proceso histórico, en modo alguno puede ser considerada extranjera", dijo ayer el poeta Rafael Pérez Estrada durante el homenaje que se le ofreció ayer a Gerald Brenan, de 89 años, hispanista británico arincado en Andalucía, en la localidad malagueña de Alhaurín el Grande, donde fijó su residencia hace 15 años, en uma casa de la Cañada de las Palomas.
Próximo a cumplir los 90 años de edad, Gerald Brenan, autor de El laberinto español, Al sur de Granada y otros importantes títulos, asistió personalmente a los actos del horrienaje y descubrió la placa que claba su nombre a una calle del rilunicipio donde el escritor fijó su residencia hace 15 años, en una casa de la Cañada de las Palomas.Organizado por la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento de Alhaurín, el homenaje incluyó un recital de Amancio Prada, que interpretó su versión musicada del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, el místico español cuya biografla más amena y universal fue escrita por Brenan.
El presidente de la Diputación malagueña, Luis Bagán, leyó un telegrama de adhesión al acto enviado por el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, el cual expresó su "respeto y felicitación por su gran labor a quien hace tantos años descubrió su amor por España, se vino a vivir. con nosotros y nos ofreció un libro de tanta influencia en nuestra generación como El laberinto español".
Nacido en la isla de Malta en 1894, Brenan arribó al puerto gallego de La Coruña un lluvioso día de septiembre de 1919, "huyendo de la sofocante vida y la rutina profesional de la Inglaterra victoriana" y con la idea de encontrar un sitio tranquilo y lo suficientemente alejado del "mundanal ruido" en el que pudiera educarse por sus propios medios y dedicarse a cultivar su vocación de escritor. Ese lugar lo descubrió en Andalucía, en la comarca granadina de Las Alpujarras, donde el hoy célebre antropólogo trató de construírse su propia "uiniversidad sin clases ni profesores".
"Tenía la intención de ser poeta", recordó ayer para EL PAIS el homenajeado, "pero para escribir tenía antes que aprender a hacerlo. Por eso vine a Andalucía, como se va a una universidad, pero en plan autodidacta, con la única compañía de los 2.000 libros que previamente había hecho enviar por barco a Almería. Desde luego, no podía imaginar entonces que terminaría quedándome aquí para más de la mitad de mi vida".
Lo cierto es que Brenan vino a España "buscándose a sí mismo" y se encontró con un país que pronto lo rebautizó con el nombre de Don Gerardo, que él no tardaría en adoptar como propio. Se instaló en la localidad de Yegen, donde pasaría cerca de 10 años de su vida y cuyas gentes y costumbres inmortalizaría más tarde en su libro Al sur de Granada. Desde entonces Brenan ha vivido ya casi continuamente en Andalucía, de donde sólo salió en contadas ocasiones durante los últimos 63 años. Hace 15 años, a la muerte de su esposa, Don Gerardo se trasladó a la Cañada de las Palomas, en Alhaurín el Grande, donde desde entonces vive en compañía de su sobrina Lynda Nicholson.
Los actos del homenaje concluirán el viernes con una mesa redonda en la que participarán lan Gibson, Julio Caro Baroja, Gabriel Jackson y Juan Antonio Lacomba.
Babelia
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