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Fraga, el oso y el escaño

La aridez técnica que acompaña normalmente a los debates de los Presupuestos Generales del Estado, en especial cuando se llega a la defensa y ataque, respectivamente, de las enmiendas parciales al proyecto, fue ayer obviada, una vez más, por más de la mitad del centenar de diputados que componen el Grupo Parlamentario Popular, por las tres cuartas partes de los parlamentarios centristas y por un número también importante de los miembros de los grupos vasco, catalán y mixto. El tema en sí ya ni sería noticia: el propio presidente del Grupo Popular, de Alianza Popular y de la Coalición Popular, Manuel Fraga, ha reiterado en sucesivas reuniones de sus parlamentarios la necesidad de poner fin a un absentismo que es habitual desde el comienzo de la legislatura. La aplastante mayoría del Grupo Socialista, la imposibilidad, por tanto, de ganar cualquier votación, no deben constituir una razón, según reconocen los propios miembros del Grupo Popular, para ofrecer a la opinión pública el espectáculo de unos diputados y senadores elegidos y pagados por el pueblo que aprovechan las_ horas de escaño para atender sus asuntos particulares haciendo caso omiso de plenos, comisiones y demás tareas de la Cámara.

Pero en esta ocasión, tal vez debido a la mencionada aridez del debate, las cosas han ido más lejos: el propio Fraga ha decidido ausentarse, al parecer a lo largo de toda la semana -tiempo que presumiblemente durará la discusión presupuestaria-, sin proteger con su presencia la de fensa de enmiendas que realizan varios diputados de su grupo. En el propio seno de los parlamentarios de la oposición conservadora se admitía como no enteramente suficiente la razón que mantiene a Fraga apartado de sus deberes parlamentarios: se encuentra en Yugoslavia tratando de cazar un oso. Según comentaron con cierta malevolencia gentes de su mismo grupo, don Manuel parece haber obtenido un largamente esperado cupo para poder abatir uno de los escasos ejemplares existentes en Europa.

Fidelidad habitual

La noble afición cinegética, ejercida en los montes del interior de Yugoslavia -país en el que aparentemente no mantendrá otros contactos políticos-, separa esta vez a Fraga de su escaño, al que, por otra parte, se mantiene habitualmente fiel.Por lo demás, los huecos en el Grupo Centrista (empezando por el expresidente Leopoldo Calvo Sotelo) son también mayoritarios y crónicos, lo mismo que en el Grupo Mixto (Adolfo Suárez parece continuar su periplo latinoamericano y Agustín Rodríguez Sahagún tampoco había hecho ayer acto de presencia hasta media tarde).

Incluso el banco azul donde se sienta el Gobierno permanecía semivacío, con la excepción del presidente del Gobierno, el vicepresidente y los ministros de Hacienda, Justicia y Agricultura, testimoniando así que el último gran debate parlamentario del año corre el riesgo de pasar sin pena ni gloria.

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