Gestiones para la venta de un supuesto Picasso

La adquisición por la Dirección General de Bellas Artes del Retrato de muchacha con mantón, atribuido a Picasso, por una cantidad que oscila en 25 millones de pesetas, se da como posibilidad en círculos próximos a la familia Álvarez, propietaria del mismo, que afirma haber recibido otras ofertas más altas de particulares.

Aunque los trámites oficiales están pendientes del examen al que será sometido el óleo Retrato de muchacha con mantón, atribuido a Picasso, la semana próxima, todo parece indicar que la prueba será favorable, toda vez que algunos de los expertos que intervendrán en esta ocasión ya lo hicieron antes extraoficialmente con dictámenes positivos.En cuanto a la cantidad que piden los dueños en primera instancia -25 millones de pesetas-, es considerada muy baratá por especialistas consultados por este periódico. José Gómez Aller, propietario de la galería Novecento, de Vigo, y descubridor de la obra, opina que "éste es un precio mucho más bajo del que alcanzaría el cuadro en el mercado internacional. Creo que Bellas Artes adquirirá este Picasso finalmente, aunque quizá exija una pequeña rebaja a través de una contraoferta".

En la catalogación y fechado del Retrato de muchacha con mantón ha trabajado Gómez Aller durante dos años. Las averiguaciones han permitido constatar que este óleo sobre tabla, de 16 por 22 centímetros, fue realizado por Picasso entre mayo y septiembre de 1895, a los 15 años de edad, inmediatamente después de que su familia abandonara la ciudad de La Coruña, en abril. La muchacha del cuadro aparenta unos 16 años, y se trata con toda probabilidad de Carmen Blasco, prima del pintor, que residía en Málaga en aquellas fechas. Otras versiones, sin embargo, no descartan que se trate de Lola, la hermana del pintor.

La obra se encuentra en "buen estado de conservación", según Gómez Aller, pese a una ligerísima capa de moho, "que no ha sido limpiado porqueño afecta a la calidad del retrato". La firma es P. Ruiz y aparece con restos de repinte realizado hacia 1920 en París, ciudad de la que procede el cuadro antes de formar parte de la declaración del inmueble heredado por la familia Álvarez en las cercanías de Vigo.