Amnistía Internacional denuncia la manipulación de los derechos humanos como arma de propaganda
Gobiernos, medios de comunicación y otras instituciones utilizan los derechos humanos como un arma de propaganda política y manipulan a la opinión pública, encubriendo las violaciones que tienen lugar en sus propios territorios o en los de sus aliados, mientras que denuncian abusos similares, cometidos en otras naciones.
Amnistía Internacional, la organización independiente que lucha por el respeto de los derechos humanos en todas las partes del globo, acaba de hacer público su informe anual, relativo a 1982, en el que constata que miles de personas siguen siendo encarceladas y perseguidas por el único delito de expresar pacíficamente sus ideas.La utilización de la defensa de los derechos humanos con fines partidistas y oportunistas fue puesta de manifiesto el año pasado en múltiples casos: intervención de portavoces de varios Gobiernos ante la ONU, presentación en la Prensa soviética de los acontecimientos de Polonia, declaraciones norteamericanas sobre violaciones de derechos humanos en Centroamérica o la repentina atención británica durante la guerra de las Malvinas a los desaparecidos argentinos.
La denuncia es especialmente vigorosa en el caso de Latinoamérica. En El Salvador continuaron en 1982 los homicidios políticos cometidos por fuerzas gubernamentales y escuadrones de la muerte paramilitares.
En Guatemala, unidades de los servicios de seguridad fueron responsables de la gran mayoría de los miles de homicidios y desapariciones denunciados ese año. Además, en septiembre tuvieron lugar las primeras ejecuciones legales. La tortura se practicó en gran cantidad de países, entre los que se encuentran Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Haití, Guatemala, El Salvador, Honduras, México, Perú, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela. En Cuba, la inquietud de AI se centra en los encarcelamientos políticos.
La situación es igualmente deprimente en Asia y en África. En Vietnam y en Laos miles de personas llevan más de siete años encarceladas sin proceso. Unidades de seguridad e inteligencia de Filipinas han sido responsables de numerosas desapariciones.
Objetores de conciencia
La organización internacional expresa también su preocupación por el encarcelamiento de objetores de conciencia al servicio militar en las dos Alemanias, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Suiza y la URSS, así como por las personas que continúan detenidas en Polonia. AI ha seguido recibiendo numerosos informes de torturas en Turquía. Al afirma asimismo que durante la primera mitad de 1982 han crecido las denuncias por tortura en Italia, y señala que tiene informes alarmantes sobre las pésimas condiciones carcelarias en Albania, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Grecia, Turquía, Unión Soviética y Yugoslavia.De acuerdo con informaciones oficiales, en 1982 se ejecutó en Irán a 624 personas, pero AI estima que la cifra real es superior. La tortura se ha transformado en práctica rutinaria en algunas prisiones iraníes y los azotes y amputaciones de miembros continúan siendo castigos oficialmente aprobados para ciertos delitos. Israel es culpable de la detención ilegal de miles de personas capturadas tras la invasión de Líbano y existen numerosas denuncias por malos tratos.
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