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La debilidad del pacifismo francés refuerza las tesis 'militaristas' de Mitterrand

El último fin de semana ha confirmado una vez más, que Francia es el pariente pobre del pacifismo en Europa occidental. Las dos manifestaciones que se celebraron en París, una apoyada por el partido comunista y la otra no, apenas reunieron 25.000 personas en total. El Partido Socialista francés (PS), al que pertenece el presidente de la República, François Mitterrand, no participó en ninguna.

Para quienes en este país piensan, con Mitterrand, que la paz no puede ser consecuencia más que del equilibrio dé fuerzas en Europa, los dos millones de ciudadanos pacifistas que, el sábado y el domingo, desfilaron en las grandes ciudades afiliadas al mundo atlántico no han hecho más que probar la razón profundadel presidente francés cuando, el otro día, en Bruselas, formulé su filosofía con una frase que ha trascendido: "El pacifismo está en el Oeste, y los misiles, en el Este". Los que no piensan corno Mitterrand, que son minoría en el país, ya empiezan a gritarle a la cara su militarismo.El sábado y el domingo se desarrollaron dos manifestaciones que ilustran las dos caras del pacifismo en Francia. La primera fue convocada por el llamado Movimiento de la Paz, y no llegó a concentrar 20.000 personas. Este movimiento pacifista procede de las campañas de la década de los años cincuenta, cuando los comunistas consideraban que el campo de la paz lo integrabanla URSS, sus aliados y los partidos comunistas de los países occidentales; y enfrentaban ese campo al de la guerra, representado por EE UU y sus aliados. Desde entonces, el Movimiento de la Paz ha sido inspirado y ayudado por el Partido Comunista francés (PCF) y por su central sindical allegada, la Confederación General de los Trabajadores (CGT). Y con vocabulario más o menos explícito defiende la política de la URSS.

En los últimos tiempos, los movimieritos izquierdistas o ecologistas que se han separado del PCF y que rechazan la experiencia soviética han creado el Comité para el Desarme Nuclear en Europa (Codene). A este grupo más reciente se unió semanas atrás la segunda central sindical del país, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), socialista autogestionaria, que compite con la CGT. La política pacifista del Codene, como lo manifestaron sus consignas del domingo, pide la no implantación de los misiles norteamericanos en Europa occidental y la destrucción de los SS-20 soviéticos, es decir, algo que recuerda la opción cero de la que, en un momento, se hizo apóstol el presidente norteamericano, Ronald Reagan. En la práctica, las componentes de estos dos movimientos pacifistas obedecen a razones de ser y a objetivos diferentes, lo que les resta representatividad y eficacia.

Reafirmación oficial

Frente a los pacifistas, los portavoces del Gobierno y del PS han reafirmado su filosofía. "Hay que mantener, cueste lo que cueste, los principios del equilibrio estratégico en Europa", recordaron los socialistas. El ministro de Defensa, Charles Hernu, completó ese lema martilleando: "Hay que decir no a la cobardía y a la ignorancia". Curiosamente, en Francia, quienes sostienen la política militar y estratégica del presidente socialistas son los partidos de la oposición conservadora y la mayoría de los franceses, partidarios, según todos los sondeos, de la disuasión nuclear nacional y de sus consecuencias en el plano europeo o mundial.

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