El pescador se transforma en cultivador de peces
Del mismo modo que el cazador prehistórico se transformó en ganadero cuando el hombre domesticó la naturaleza, el pescador puede optar por transformarse en cultivador de peces y otras especies marinas si acepta la importancia de la acuicultura como fuente de recursos económicos y suministro de un bien de consumo obligado. La Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, cuyo consejo científico dirige el investigador Santiago Grisolía, ha apoyado la realización de un estudio para evaluar las posibilidades de desarrollo en la Comunidad Valenciana del cultivo controlado de especies marinas.
La iniciativa pretende sensibilizar a la Generalitat valenciana para que asuma en su prograrra del Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación la previsión de un plan acuícola regional que reúna las experiencias ya en marcha y facilite la realización de otras sólo anunciadas por la falta de apoyo oficial y del soporte de investigación. Cuando UCD ocupaba esta cartera se establecio un convenio entre la Fundación y el Gobierno autónomo para elaborar este estudio regional. El nuevo titular, Luis Font de Mora, del PSOE, no ha establecido todavía un criterio claro sobre la oportunidad para aplicar las conclusiones de este estudio.Sin embargo, la utilidad de la acuicultura ya se está demostrando en varias superficies de marjal (zonas húmedas de fácil inundación por las aguas por su proximidad al mar) que jalonan el litoral meridional de Valencia En la finca La Justa junto al río Racons o Molinell, én el término municipal de Oliva, se está procediendo al engorde de angulas en una zona húmeda, inútil paira la agricultura. El ingeniero de Montes José Andrés Torrent, que presidió la Asociación de Piscicultores Españoles, se ocupa, junto a su hijo, de su explotación, y no duda en afirmar que "por ignorancia" no surgen otras iniciativas similares, pues el mercado de la anguila está desabastecido. "Angulas del lago de La Albufera o del delta del Ebro se envían a Taiwan para su engorde, y luego vuelven a Valencia para consumirlas, por falta de piscifactorías dedicadas a ello".
En el municipio vecino de Gandía, la sociedad mercantil Rústicas ha transformado terrenos de marjal en campos cultivables de naranjos, frutales y hortalizas, gracias a una laboriosa excavación de canales, cuya tierra ha servido para subir un metro el nivel de los espacios hoy cultivables. En esta propiedad, más de 300 hanegadas, repartidas en numerosos estanques, esperan su rendimiento como recintos de acuicultura. Este sistema de aprovechamiento del marjal podría encontrar otros seguidores en el litoral valenciano si se cuenta con una adecuada divulgación.
El negocio de la trucha
Torrent subraya la oportunidad del incremento piscícola, en especial con la anguila, después de evaluar los rendimientos alcanzados con la trucha en los últimos años en España. "Lo de la trucha nadie se lo creía y hoy España es un fuerte competidor en producción de truchas". El pasado año, las piscifactorías cultivaron alrededor de 14 millones de kilos. En 1965, un trabajador, de acuerdo al salario mínimo de entonces, podía adquirir con su sueldo medio kilo de trucha. En la actualidad, a raíz de este notable incremento de producción, según las mismas referencias de capacidad adquisitiva, un asalariado puede comprar cinco kilos con su sueldo,de un día. Los especialistas consideran esta evolución del consumo de trucha equiparable al generado con el pollo por su crianza artificial. Juan Torres, químico, artífice del estudio realizado por la Fundación, estima, que la costa valenciana ofrece altas posibilidades de aprovechamiento acuícola por existir zonas húmedas con recursos propios de agua y unas temperaturas ideales para el crecimiento y engorde de las especies. Mientras las truchas en Dinamarca requieren 18 meses para llegar a un peso de 200 gramos, en España este peso se consigue en 11 meses. Una carpa, que en la República Federal de Alemania tarda tres años en al canzar tamaño comercial, en Valencia hace este crecimiento en año y medio.
España ya cuenta con experiencia en acuicultura en mejillones y en truchas. Es el primer productor mundial de mejillones (dicen los valencianos que expor taron el sistema de su cultivo artificial a Galicia), y la producción de truchas ha pasado de 50.000 kilos a 14 millones de kilos entre 1965 y 1982. Para otras especies, el panorama se reparte entre los audaces que trabajan en solitario y las escasas iniciativas oficiales interesadas por progresar en la investigación de su cultivo.
Cultivos controlados
Se estima que para el año 1990, según recoge el informe al que se refiere este reportaje, España tendrá una necesidad de dos millones de toneladas de pescado, pero que la pesca no superará 1.300.000 toneladas. Este déficit tendrá que ser cubierto bien con importaciones -como esas angulas que viajan de Tarragona a Taiwan para ser devueltas a España tras su engorde- o bien con cultivos controlados. No existe una conciencia precisa sobre el futuro nutritivo. De 10 partes del planeta, siete son de agua y tres de tierra, y, sin embargo, el 99% de los alimentos que se consumen en la actualidad es de origen terrestre.Los centros que desarrollan trabajos de acuicultura en la Comunidad Valenciana pertenecen en su mayoría al Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona). El de El Palmar, situado junto a La Albufera, se dedica al cultivo de alevines de cirínidos para repoblar. La contaminación de las aguas del lago ha impedido el tradicional cultivo de la anguila. Más al sur, en Poliftá del Júcar, está en construcción una piscifactoría para peces de aguas templadas. Cuenta con 17 hanegadas, ampliables, que investigarán la angula y la anguila. En el interior, Icona cuenta con piscifactorías dedicadas a la trucha en La Tosquilla (Titaguas), Tuéjar y El Corindón (Chulilla).
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