_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Amargura y gracejo del sainete

Qué duro es el sainete, qué cruel. Desde el paso de Las aceitunas trata de enseñar que cada uno tiene su puesto, que hay un orden social y que es impermeable. Nadie va a realizar sus sueños, y la moraleja es que hay que aceptar el papel impuesto. Don Hilarión ama, se encandila, invierte dinero ingenuamente, y tiempo. Marcelo, el peluquero de Gloria y peluca, sueña con ser compositor de ópera, y hasta con la revolución igualitaria.Con estas dos obras inaugura la Zarzuela una temporada lírica destinada a ser brillante. Gloria y peluca, con libreto de José de la Villa del Valle para música de Barbieri, reproduce una situación que había sido la de El maestro Campanone, que a su vez la tomaba de El maestro de capilla. Queda, en esta Gloria y peluca, la intención de defensa de la música y la inspiración castizas frente a lo italianizante. Y esa desolación del sueño frustrado yconvertido en burla. Chausson, pobre peluquero que vuelve a sus pelucas en el personaje de Marcelo, tiene comicidad gestual, valores de actor.

La verbena de la Paloma es otra cosa. Es un monumento. Era un escritor madrileñista que precedió en el tiempo y en el lenguaje a Arniches. Su capacidad para mover personajes, simultanear acciones, dibujar cuadros escénicos, fue asombrosa. La creación de ambiente en los tres escenarios consecutivos de este único acto: el calor, la pereza, la noche de verbena, las segundas y terceras acciones, son suficientes para que, aun sin la música también magistral de Ricardo de la Vega, su texto fuese antológico.

José Luis Alonso, con el escenógrafo Burmann, ha resuelto los decorados con un realismo minucioso, un poco monótono porque los bloques de los tres decorados no cambian de lugar (simplemente giran sobre sí mismos para ofrecer otra cara): haconseguido que esa noche de calor, de jarana relajada, se respire desde el escenario al mismo tiempo que la tensión principal. En un escenario no demasiado grande, mover esta multitud no es fácil. Lo que sin duda ha resultado más difícil es conseguir que los cantantes hablen o digan con la emoción y la prosopopeya madrileña requerida sus papeles. En otros tiempos, el oficio de actor y el de cantante solían ir más de acuerdo; José Bódalo debió aprender de niño mucho de sus padres, Bódalo y Eugenia Zúffoli, y es capaz de hacer su Don Hilarión. Tote García Ortega tiene también la solución de su oficio y su arte para las históricas intervenciones de la Señá Antonia, pero a Joaquín Molina, actor, se le escapa el buscado acento madrileño. Que el cantante Antonio Ordóñez destroce sus parlamentos, ayudado por su interlocutora Carmen Sinovas -Julián y la Señá Rita-, es penoso. Quizá no se pueda pedir demasiado.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_