El Consejo Mundial de Jóvenes Obreros Cristianos desafía al Vaticano y mantiene su reunión en España

El Consejo Mundial de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), que agrupa a miles de jóvenes de 63 naciones, ha decidido rechazar las presiones del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Española para que no se celebrara la reunión de ese organismo en España. La JOC internacional desafía así a la jerarquía eclesiástica, que había considerado "inaceptable y arbitraria" la reunión del Consejo en España ya que esto supondría un apoyo definitivo a la asociación civil Juventud Obrera Cristiana de España (JOCE) frente a la JOC oficial, que reconoce y apoya la Conferencia Episcopal Española.

Según una nota difundida por la jerarquía española, la Conferencia Episcopal y el Vaticano han insistido "en múltiples ocasiones" ante el secretariado internacional de la JOC "para que reconsideren la incongruencia que supone excluir del Consejo al movimiento JOC del país donde se celebra tal acontecimiento o para que celebren el VI Consejo Mundial en otro país y evitar así las repercusiones que puedan derivarse del hecho para la JOC española".El próximo sábado 1 de octubre hace su presentación este Consejo internacional JOC con un encuentro masivo en el pabellón de Agricultura de la Feria del Campo, en Madrid, al que asistirán, según la organización, diversos altos cargos del PSOE, como el alcalde de Madrid, Enrique Tierno; el presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba, y el director general de la Juventud, Ignacio Quintana, este último en representación del ministro de Cultura. Los 103 delegados, procedentes de 63 países, comenzarán sus trabajos el lunes siguiente en San Rafael (Segovia), en una residencia cedida por las autoridades y cuya utilización costará a la JOC internacional algo más dé tres millones de pesetas.

Presión sin éxito

Durante este último año, el Consejo Pontificio para los Laicos, en Roma, y la Comisión, Episcopal española de Apostolado Seglar (CEAS), que preside Rafael Torija de la Fuente, obispo de Ciudad Real, presionaron ante el Consejo internacional de la JOC para que reconsiderara su postura. Torija y Susto Bermejo, obispo director del secretariado de la CEAS, se entrevistaron sin éxito con la portuguesa Emilia Bras y con el padre Mathías, de nacionalidad india, del secretariado internacional jocista. El motivo de estas entrevistas y de las cartas que desde el Vaticano llegaron al Consejo Mundial de la JOC en Bruselas responde a la preocupación que la jerarquía eclesiástica tiene por que no se le escape el control de esta importante organización, que agrupa a decenas de miles de jóvenes trabajadores cristianos en todo el mundo.El comienzo de este enfrentamiento se remonta al 4 de septiembre de 1979, cuando la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar, entonces presidida por Antonio Dorado, obispo de Cádiz-Ceuta, decidió destituir por carta a los miembros de la comisión permanente de la Juventud Obrera Católica, por no estar suficientemente demostrada "la identidad cristiana del movimiento". Dorado, "un obispo inteligente y conservador", según los destituidos, se saltó los estatutos de la organización, según reconocen los presidentes de las dos organizaciones. Este "minigolpe de Estado", como lo calificó Francisco Pérez, culminó con el desalojo policial de los locales que hoy ocupa la JOC oficial que reconoce el episcopado. Los sancionados decidieron continuar de forma independiente el movimiento añadiéndole a las siglas originales una E, y constituyéndose en asociación civil, con el nombre de JOCE, en el registro de organizaciones juveniles del Ministerio del Interior