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Presencia de 'etarras' en Centroamérica

Borge denuncia que existe una campana para difícultar las relaciones de España y Nicaragua

El ministro del Interior nicaragüense, Tomás Borge, dijo ayer que implicar a Nicaragua con las actividades de la organización ETA "obedece a un plan que pretende matar varios pájaros de un tiro: aislar a su país, crear problemas al Gobierno socialista de Felipe González y romper el espíritu de Contadora". En una conferencia de prensa al término de su visita a España, Borge negó que haya "relación orgánica" con ETA o que existan campos de entrenamiento etarras en Nicaragua.El hombre fuerte de la junta sandinista, que había prometido el día anterior dar detalles sobre "temas que preocupan al pueblo español", como el caso del militante de ETA -Gregorio Jiménez Morales- detenido en Costa Rica bajo acusación de participar en un presunto compló para asesinar a elementos contrarrevolucionarios, se limitó a negar que Managua tenga "algún tipo de contacto orgánico" con ETA.

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Tomás Borge ha visitado, Francia y se propone visitar Portugal, Holanda, Grecia e Italia, en un periplo europeo donde se está entrevistando con los principales líderes para, según sus palabras, "contrarrestar la desinformación que existe en altos niveles sobre la realidad de la revolución nicaragüense". El ministro del Interior definió a su país como "una nación en estado de guerra no declarada contra Norteamérica", y justificó que existan muchas restricciones por razones de seguridad.

El ministro nicaragúense afirmó que su Gobierno no exigirá reciprocidad a España respecto de las posibles ayudas privadas españolas a grupos antisandinistas, como el de Edén Pastora, a cambio de que ellos controlen con mayor rigor los movimientos de presuntos etarras en Nicaragua. Tomás Borge se mostró partidario de la unidad de España, y comparó la situación del País Vasco a la que se vive en su país con el grupo de indios misquitos, en la región de Celaya norte, que quieren la separación y la independencia.

Sin embargo, el miembro del consejo revolucionario del FSLN no detalló cómo piensa su Gobierno extremar el control de los presuntos etarras, algo que, dijo, "estudiaría de regreso a su país". Pese a que, como dijo el día anterior, en Nicaragua no se exigen visados de entrada a los ciudadanos españoles, y que por eso no se sabía quién estaba allí, Borge reconoció que se había retirado el permiso de residencia al sacerdote español Timoteo Merino y se le había expulsado del país por actividades contrarrevolucionarias. Borge respondió a la pregunta de cuántos asesores militares extranjeros residían en Nicaragua diciendo que eran unos 200, en su casi totalidad cubanos.

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