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31º Festival de Cine de San Sebastián

La difícil decisión en el concurso del vídeo

Los tres jurados del Festival de Vídeo -el internacional, el de MonitEUR para obras europeas y el vasco para realizadores de esta comunidad- darán hoy a conocer los premios del segundo certamen videográfico. La decisión del jurado internacional para elegir dos o tres obras de las 39 pertenecientes a 14 países que concurren a la sesión principal será muy laboriosa dadas las disparidades de estilos artísticos y los criterios del propio jurado.

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Por el contrarió, el candidato más firme al premio vasco es el donostiarra José María Zabala, con su cinta El crimen de Hernani, con la que compiten especialmente el documental Guinovart, realizado por Gerardo Armesto a partir de una exposición det pintor catalán, y La zona blanca, de Iñigo Sagarzazu, un álbum de retratos.El crimen de Hernani narra el interrogatorio al que es sometido un joven que ha asesinado a su novia por celos por un personaje que no aparece en pantalla. You Ezkurdia, estudiante de la escuela vasca de teatro, Antzeirte, hace una gran interpretación del único personaje en pantalla.

Entre las obras que se disputan el premio internacional y el MonitEUR, y que mayores posibilidades de triunfo tienen, figuran una docena de creaciones que van desde fórmulas experimentales y tratamiento formales de la imagen hasta creación de nuevos lenguajes eminentemente narrativos. Destaca Stations, del norteamericano Robert Wilson, un excelente relato de 58 minutos, realizado para la televisión, cuyo argumento son los sueños y fantasías de un niño de 11 añós que penetra en su imaginación a través de la ventana de la cocina de su casa y cuyos sueños son dirigidos y controlados a distancia por un misteriosa hombre de negro.

Juste le temps es un espléndido trabajo del francés Robert Cahen sobre paisajes oníricos contemplados desde un tren en el que viajan dos personas. Las imágenes vistas desde el tren evolucionan en forma de colores de gran belleza y el realizador se sirve del ralentí (slow sean) para obtener distintas velocidades en los campos visuales de un mismo plano.

Primarily speaking, del norteamericano Gary Hill, es un importante análisis de las expresiones idiomáticas mediante su modificación y combinación en un pasillo de dos pantallas de televisión incrustadas en un solo monitor.

Pending Diogenes, del canadiense Ernest Gusella, es una ópera fantástica de 60 minutos sobre la vida contemporánea, con referencias filosóficas al pensador de la escuela cínica.

Amida, de Dan Reeves, es un intento con éxito de '"escribir poesía con imagen y sonido", como dice su autor, para curarse las cicatrices de la guerra.

Romeo is leeding, de la holandesa Lydia Schouter, Damnation offaust evocation, de la norteamericana Dara Birnbaum; Das videosehen, de los canadienses Morris Y Trasov, Noon, de la sueca Teresa Wennberg; Sensible shoes, del británico John Adams, y La nickel, de la norteamericana Branda Miller, el documental de Edin Velez, sobre el compositor Brian Eno, figura también entre los candidatos a los más importantes galardones.

Se suman a estas obras tres de las que fueron presentadas en la sesión vespertina de ayer: City of angels, de la belga Marina Abramovic; Spots, de Joan Logue (Francia) y Come di amo, de la belga Marie André. Entre las obras españolas que podrían optar a algún premio está la cinta Bilbao, la muerte, de Juan Carlos Eguillor, Moebius business, del catalán Jordi Torrent, una sátira de los telefilmes y de la propia televisión, y Talk attacks, producida en España por los norteamericanos M. Reese y N. Ligorano, que humorizan sobre la incomunicación que arrastra hacia "ataques verbales", traducción literal del título, a partir de conversaciones absurdas, que ha tenido el mérito de ser una de las más divertidas y desenfadadas del festival.

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