El fraude fiscal en España asciende a un billón de pesetas, según el ministro de Economía y Hacienda

Si los contribuyentes españoles cumplieran honestamente sus deberes con la Hacienda pública no existiría apenas el problema del déficit público. Ello se desprende del dato aportado ayer por el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, quién afirmó que el fraude fiscal en España es de un billón de pesetas. Para corregir este volumen de fraude se está preparando un "dispositivo formidable", multiplicando por tres las delegaciones provinciales de Hacienda y aumentando el número y la preparación de los inspectores tributarios y financieros. El ministro anunció también que la nueva normativa de coeficientes del sistema financiero "se presentará este otoño".

Por otra parte, el ministro explicó que no había discrepancias entre el Fondo de Garantía de Depósitos y la Dirección General del Patrimonio en cuanto a la reprivatización de los bancos y empresas de Rumasa. "No se puede separar el destino de la mayoría de los bancos del de la mayoría de las empresas. Ello no significa que todos los bancos estén unidos a todas las empresas", dijo el ministro. La orientación definitiva para la reprivatización es que una parte de los bancos se considera imprescindible para la financiación de las empresas del grupo, y que otros pueden separarse del destino de aquéllas. Según pudo saber EL PAIS, los tres bancos que parecen menos dependientes de la reprivatización de las empresas y que podrían ser los primeros en volver al sector privado, según estudios de la Administración, son el Atlántico, Masaveu y ExBank, los dos últimos pertenecientes a la Rumasa sumergida.Boyer hizo ayer un repaso del estado de la economía, excluyendo casi todas las alusiones a los Presupuestos Generales del Estado, en una reunión con informadores económicos convocada por la oficina del portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos. Las cifras definitivas globales de estos presupuestos son las de unos gastos de 5,394 billones de pesetas, unos ingresos de 4,053 billones y un déficit de 1,340 billones. El presupuesto de gastos de la Seguridad Social es de 3,108 billones de pesetas, al igual que el de ingresos, con un déficit igual a cero. El presupuesto de gastos consolidado del Estado y de la Seguridad Social totalizará unos 8,49 billones de pesetas.

El ministro de Economía, que hoy mismo se traslada a Washington a presidir la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, adelantó las grandes líneas de su discurso de apertura de la cumbre: contra el proteccionismo mundial y especialmente de los países desarrollados ("todos los países hablan contra el proteccionismo, pero ninguno ejerce en la práctica contra él"); a favor de unas mejores condiciones de renegociación de la gigantesca deuda exterior del Tercer Mundo; y una llamada para que bajen los tipos de interés noteamericanos.

En relación con este último punto, Boyer dijo que, aunque no se podían hacer profecías, hay indicios de que el dólar está tocando el techo de su cotización. También indicó que, aparte de su intervención formal, España no tendrá otras intervenciones, ya que los únicos precedentes de este doble papel son los de Pakistán y Filipinas, modelos poco asimilables para España. Acompañan a Boyer el gobernador del Banco de España, Jose Ramón Álvarez Rendueles, y el secretario de Estado de Economía y Planificación, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Mercado monetario

El ministro explicó también la situación y el futuro inmediato del mercado monetario. Dijo que se tendía a unificar los instrumentos de política monetaria (certificados de regulación monetaria y pagarés del Tesoro) en un nuevo instrumento al que tuviesen acceso bancos, cajas y de más intermediarios financieros, pero también los particulares en general. Este nuevo instrumento se parecería mucho a los actuales pagarés. Ello se hará cuando se llegue a una aproximación de los tipos de interés de pagarés y certificados. "Las conversaciones con bancos y cajas", dijo, "han delineado el mercado a medio plazo". Sobre la posibilidad de que se rompiese o no se llegase a un acuerdo total con los agentes del sistema financiero afirmó: "Si no hay acuerdo entre bancos y cajas para la distribución de los pagarés, nosotros les pondremos de acuerdo".

Más concretamente, sobre los coeficientes, indicó la intención del Gobierno de homogeneizar. los coeficientes y incluir en ellos casi todos los pasivos, sobre todo aquellos que se estaban desarrollando anormalmente. Esta intención, que fue explicada por primera vez en la primera decisión adoptada por el actual ejecutivo sobre la devaluación de la peseta, se desarrollará Por ley o decreto-ley -aún no está fijado qué tipo de norma-, pero, en cualquier caso, "dentro de este mismo otoño".

Otro de los temas analizados fue el de las auditorías. Se están acabandouá buen número de las que fueron encargadas en los primeros meses de funcionamiento del actual Gobierno, tales como las de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes y la del Instituto de Promoción Pública de la Vivienda. En Hacienda se está esperando el informe de la auditoría que el Tribunal de Cuentas ha realizado en el Banco de España. A preguntas de un periodista sobre si con las previsiones de inflación contempladas en el plan a tres años la actual emisión de bonos del Estado a unos tipos de interés del 15,75% y del 16% era un buen negocio, Boyer asintió: "Es un buen negocio. Como hace falta este dinero, ha de emitirse, a pesar de que sea un buen negocio".