Los empresarios se manifiestan contra el proyecto de decreto de protección del cine español
La regulación de la industria cinematográfica por medio del decreto de protección del cine español, que estos días se ultima en la Dirección General de Cinematografía, ha levantado ya fuertes protestas en los sectores de distribución y exhibición.La nueva cuota de pantalla, por la que sólo podrán exhibirse dos días de películas dobladas extranjeras por cada día de filme español, es, para los sectores mencionados, la puntilla definitiva para una industria que ellos consideran endeble. Por el contrario, el sector de producción juzga favorablemente el contenido del borrador porque en él se recogen posibilidades de subvención de hasta el 65% del coste de la película.
El contenido del decreto ya ha sido verbalmente expuesto a los representantes legales de los sectores de producción, exhibición y distribución en tres reuniones consecutivas mantenidas el pasado viernes, día 16, con el ministro de Cultura, Javier Solana, y la directora general de Cine, Pilar Miró. Las entidades consultadas cuentan con un plazo de diez días para hacer llegar las correspondientes sugerencias. El texto definitivo será sometido a la aprobación del Consejo de Ministros en un plazo de tres semanas.
Sin embargo, la forma en que se ha realizado la consulta no ha sido bien acogida por los distribuidores y exhibidores, quienes han solicitado una entrevista al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra para resolver el problema.
El decreto pretende, según Pilar Miró, potenciar el cine español y conseguir la mayor posibilidad posible. La subvención de hasta el 65% sobre la taquilla de la película y la exigencia de exhibir un día de una película española por cada dos de filme extranjero doblado (no hay limitación para las películas en versión original) son dos de las medidas que podrían potenciar la industria española.
Ramón Pérez Bordó, presidente de la Federación Española de Asociaciones y Gremios de Distribuidores, considera que la rebaja de la cuota de pantalla puede suponer el cierre de las pequeñas industrias de distribuidores. "El mercado se va a constreñir totalmente porque la producción nacional es totalmente insuficiente. El pasado año se hicieron 120 películas en España. Las previsiones para este año no son superiores a 80. Muchas de ellas no reunirán los mínimos de calidad exigibles para poderlas proyectar en una pantalla, con lo que parece claro que el mercado se puede colapsar totalmente".
Subvención a la calidad
En este mismo sentido se manifiesta José del Villar, presidente de la Federación de Entidades de Empresarios de Cines de España, quien afirma que de las 450 películas que el pasado año se pasaron en las 4.000 salas cinematográficas españolas, una tercera parte debían ser españolas y que era muy difícil la selección por la escasez de material. "Si ahora esa cuota de pantalla se modifica, la recesión que va a sufrir el mercado es más que evidente".El productor José Frade, vocal de la Asociación de Productores de Cine, afirma que el contenido del decreto es "revolucionario, inteligente y reúne las bases necesarias para relanzar la producción de películas españolas".
"El decreto", prosigue, "no atenta contra el sector de la exhibición, porque supone que a medio plazo habrá más y mejores películas españolas. Yo destacaría como muy importante el hecho de que se restrinja la importación de películas extranjeras dobladas y que, en cambio, se respete la proyección sin límites de filmes en versión original, al igual que ocurre en la mayor parte de los mercados cinematográficos del mundo".
El nuevo sistema de subvenciones es juzgado muy favorablemente por Frade, ya que, según se establece en el borrador del decreto, al 15% sobre la recaudación de taquilla que ya existía, y con el que se pretende garantizar la infraestructura de la película, se crea una fuente de ayuda especial a la calidad de hasta el 25%. Si, además de la calidad, la película tiene un alto presupuesto se podrá solicitar otro 25%.
Por su parte, Pilar Miró no quiere entrar a discutir aspectos puntuales del proyecto. "Hay cosas sujetas a modificaciones finales y, por otra parte, prefiero oír las opiniones del sector. De todas formas, rebajar la cuota de pantalla supone un apoyo seguro al cine español. Solamente se verán amenazadas los productores o distribuidores que trabajen con malas películas. Y a esos no me importa que se les perjudique".
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